Christian Silva

La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) viene trabajando en una propuesta para que el proceso de declaración jurada del impuesto general a las ventas (IGV) sea automático.

Justamente, el jefe de la superintendencia, Luis Enrique Vera, indicó el último viernes que en octubre se hará una propuesta sobre la declaración jurada del IGV en automático, aspecto que sería obligatorio a partir de enero de 2024.

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De momento, la entidad ya comenzó un piloto con 154 contribuyentes para que se realice automáticamente el registro de facturas de compras y ventas. “El contribuyente no va a tener sino que validar, dar un check y automáticamente estará presentada su declaración jurada [de IGV]”, señaló durante su participación en el evento ‘Expo Pyme 2023′ que realizó la Cámara de Comercio de Lima.

Explicó que actualmente, cuando se emiten comprobantes de pago electrónicos a clientes, el comprador tiene que dar la conformidad del pago dentro de un plazo. De lo contrario, no va a poder utilizar ello como crédito fiscal.

Asimismo, precisó que esto no afectaría al trabajo de los contadores, aunque sí conllevará a que estos brinden una información de mayor valor agregado.

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“Eso es una inyección de competitividad y reducción de costos de cumplimiento para la Sunat, sobre todo para los contribuyentes”, acotó.

Al respecto, Walker Villanueva, socio del área de Impuestos y Comercio Internacional del estudio Phillipi, Prietocarriza, Ferrero DU & Uría, consideró que la eventual medida será positiva, al agilizar procesos y reducir posibles litigios, dado que la Sunat va a proponer la liquidación de compra y el contribuyente lo aceptará.

“Hoy en día la lógica es que el contribuyente liquida y la Sunat revisa a posteriori. Aquí la lógica se invierte: Sunat propone, como si hiciera una fiscalización anterior. Entonces, propone y el contribuyente acepta, con lo cual, si ambos están de acuerdo, va a ser poco probable que exista litigio sobre esa liquidación”, expresó.

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Por ello, consideró que debe haber un plazo prudencial para que las empresas den su conformidad con respecto a la liquidación que proponga la Sunat con el crédito fiscal.

Asimismo, precisó que usualmente este crédito fiscal suele ser difícil de mapear, dado que las empresas suelen tener diversos proveedores que le emiten facturas.

Por otro lado, comentó que la Sunat también deberá “ser más fina” con respecto al crédito fiscal de las empresas que tengan operaciones con IGV y sin IGV, como es el caso del sector agrícola.

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“Por ejemplo, las empresas que se dedican a la producción en el sector agrícola, a la producción de productos de primera necesidad, tienen dos tipos de operaciones que no son tan fáciles de mapear. Ahí el fisco va a tener que hilar fino, porque las empresas que venden productos de primera necesidad los venden sin IGV, pero cuando una empresa agrícola, además, exporta, esa exportación sí le da crédito fiscal. En esos casos puede tener operaciones con crédito fiscal y operaciones sin crédito fiscal. En esos casos proponer una liquidación va a ser más difícil”, acotó.

Es así que, para este tipo de casos, el especialista consideró que la Sunat debe tener un mecanismo para tener una información certera y determinar la proporción razonable de la liquidación a proponer a la empresa.

Además, señaló que esta futura medida, ya iniciada en un piloto, debe de comenzar con las empresa smás pequeñas para luego extenderlas a las empresas de mayor tamaño.