La sostenibilidad y sustentabilidad se han convertido en aristas importantes para el desarrollo de los países y la salud del planeta desde que, en el 2015, la ONU hizo públicos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que buscaban erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos en una agenda proyectada hasta el 2030.
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El Perú cuenta con la Ley De Gestión Integral de Residuos Sólidos, D.L. N°1278, cuyo reglamento fue aprobado en diciembre 2017, sin embargo, aún queda mucho por recorrer. Según el estudio publicado por la ONG Recíclame en septiembre 2021, el país genera 21.6 toneladas de residuos diarios, es decir, 7.78 millones de toneladas al año. De éstas, el 20% es inorgánico aprovechable capaz de aportar a la economía circular del país, pero solo el 1,9% se recicla.
Frente a esta situación, diferentes acciones e iniciativas han surgido posicionándose en las redes sociales como: recicla.pe, Recíclame, reciclapues, etc., y los espacios públicos a través de puntos de reciclaje que buscan reducir el impacto de los seres humanos en el mundo como. Uno que no solo ha contribuido al calentamiento global, sino también a la disminución del brillo de la tierra, como lo reportó el estudio publicado Geophysical Research Letters.
El reciclaje y valorización de residuos, además de mitigar la huella ambiental social, puede llegar a ser un motor económico potente. “Impulsar la retornabilidad es fundamental para lograr una verdadera economía circular porque cada vez que una botella vuelve a llenarse [por ejemplo], se minimiza la generación de residuos y se asegura una total reutilización de los recursos”, menciona María Luisa Málaga, directora ejecutiva de la Asociación de Bebidas y Refrescos Sin Alcohol del Perú (ABRESA).
En el Perú existen 180.000 recicladores y alrededor de 500.000 personas dependen económicamente de esta actividad. El MINAM tiene una lista con 59 asociaciones de recicladores inscritas formalmente en Lima y Callao. Además, según el Primer Censo Nacional de Recicladores y Recicladoras del Perú (2019), se formalizaron más de 5.500 recicladores, de los cuales el 40% son mujeres.
“El reciclaje existe hace 20 años en el país. El reto es que las autoridades realmente hagan programas que sean eficientes. Una norma bonita no sirve si no se tiene un reglamento bien implementado”, asegura Renzo Gomero, Gerente General de Recíclame.
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Para Gomero, uno de los problemas que detiene el aumento de las actividades de reciclaje es el escaso levantamiento de información y estudios que le permitan a la sociedad, Estado y empresas privadas conocer la situación real del país al respecto y, así, trabajar en la promoción de políticas públicas que permitan fortalecer toda la cadena de reciclaje.
“Pocos países tienen el privilegio de tener una cadena de reciclaje completa. Aquí tenemos asociaciones de recicladores y fábricas que transforman el material reciclado. Lo que falta es que, como ciudadanos, de la mano con el gobierno, trabajemos en la implementación de estrategias correctas para que todo el material reciclable llegue al sistema de economía circular y no terminen en botaderos”, reflexiona Gomero.
Avances
En el país existe la organización Perú Sostenible, un proyecto que busca articular al sector privado, público, academia y sociedad civil en torno a los 17 ODS con el fin de lograr un país “más sostenible, integrado y con proyecciones a futuro”, tal como lo describen en su página oficial. Para ello, se creó Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (PODS), cuyo objetivo es identificar y reconocer a las organizaciones alineadas al cumplimiento de las ODS a través de cinco categorías específicas: personas, planeta, paz, prosperidad y pactos.
Sin embargo, para el gerente de Recíclame las metas que nos tracemos para el 2030 (fecha determinada según las proyecciones creadas cuando se crearon los 17 ODS), deben ser realistas e ir acorde a la realidad del mercado y al desarrollo del reciclaje.
“Para poder hacer la medición de deuda ambiental necesitamos hacer los estudios. Por eso, hicimos uno desde Recíclame para generar una línea base que nos permita calcular cuál es la huella ambiental que se está generando porque ya sabemos cuándo se recicla por cada material”, comenta Gomero.
Desde el sector privado, ya existen iniciativas. Por ejemplo, los miembros de ABRESA han realizado trabajos continuos de investigación y monitoreo en la evolución de la economía circular al punto que en el período 2016-2018, lograron un aumento en el uso de plástico de origen reciclado en 150% dentro de la industria de bebidas. Además, es importante recordar que, a partir del 2021 por la Ley de “Plástico de un Solo Uso”, la industria está en la obligación de fabricar botellas de plástico que contengan al menos 15% de resina reciclada.
“En las empresas asociadas de ABRESA, el uso de resina reciclada ha tenido un aumento considerable en el período analizado, pasando de 2,6% del total de PET utilizado en el país, en el 2016, al 17,4% en el 2018. La tasa de recuperación de plásticos de los asociados está bastante por encima del promedio global que es del 14%”, comenta Málaga.
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Desde el lado de las empresas de bebidas sin alcohol, la cadena de economía circular ha ido, incluso un poco más allá. Como nos comentó Málaga a este diario, Industrias San Miguel ha desarrollado programas de innovación para reducir el gramaje de sus botellas que ya son 100% reciclables. Además, impulsan concursos de reciclaje para transformar el PET en otros productos que no solo sean botellas como mantas que sirven para abrigar a familias del sur o en mochilas para escolares de escasos recursos.
Fomento del reciclaje
Para continuar reforzando la cadena de reciclaje y, por ende, convirtiéndolo en un espacio con mejores beneficios que permita el aumentando la formalización de asociaciones de recicladores a lo largo y ancho del país, las campañas de reciclaje cumplen una función importante.
En el caso de Coca Cola, además de aligerar sus empaques y de incorporar resina recicladas y el desarrollo de opciones retornables en su portafolio, el grupo Arca Continental Lindley lanzó la segunda versión de #BodegaSinResiduos, que busca convertir a estos establecimientos y minimarkets de Lima en puntos de reciclaje PET.
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Respecto a CBC Perú y Pepsi, han impulsado el programa “Botellas Que Empoderan”. A través de este proyecto, trabajan con mujeres, reciclar y generan oportunidades económicas para contribuir con el cuidado del ambiente, pero también para brindar herramientas que permitan a mujeres de zonas vulnerables mejorar su calidad de vida.
Backus, por su lado, logró que el 97,63% de sus residuos sólidos sean reutilizados como parte del cumplimiento del Acuerdo de Producción Limpia (APL) y que el 94% de sus envases sean de vidrio retornable. Esta es una acción interesante, considerando que el 50% del mercado de vidrio es retornable, según la data recabada en el informe de Recíclame.
“Apostar por campañas de reciclaje es un eje clave para lograr el compromiso sostenible, ya que no solo hay un impacto directo de educación ambiental de los ciudadanos, también permiten que más residuos aprovechables regresen a la cadena de valor de manera correcta”, comenta Ángel Rodriguez, jefe de Sostenibilidad de Wong.
En lo que va del año, Cencosud, grupo al que pertenecen las cadenas de supermercados Wong y Metro, ha realizado 5 campañas de reciclaje no solo de plástico, sino también de otros residuos como jeans, aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), latas, entre otros.
La última iniciativa implementa ha sido la Reciclatón Wong durante todo el mes de octubre, que tiene como objetivo recolectar 10 mil kilos de materiales reciclados, entre papel, plástico, vidrio, cartón, TetraPak, y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). El tratamiento de estos últimos esta a cargo de Reverse Logistics Group (RLG); y los de papel, plástico, vidrio, cartón y TetraPak a cargo de la ONG Ciudad Saludable.
“Wong es el primer supermercado en promover campañas de reciclaje en el país, inició hace más de 10 años con el reciclaje de vidrio junto a Owen Illinois, organización con la que aún trabajamos estos residuos en nuestras tiendas. Desde hace más de 4 años trabajamos de manera activa con Ciudad Saludable, a fin de fortalecer la cadena de plástico, tetra pak, latas, papel, cartón y temas de educación a nuestros consumidores”, comenta Rodríguez.
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Buenas prácticas
Ricardo Fernández, managing Partner de Amrop, menciona que este tipo de acciones es una tendencia. “El ejemplo más claro es la Ley BIC, que fomenta empresas con buenas prácticas, que generan vínculos y cadenas de valor virtuosas atrayendo mejor talento a sus filas y elevando la competitividad de los sectores”, asegura.
Por ejemplo, Angel Rodríguez comenta que como parte de la estrategia de sostenibilidad que tiene la cadena de supermercados donde trabaja, la preocupación por el cuidado del ambiente se ha implementado en cada área de la organización, desde la correcta segregación de residuos hasta la incorporación de nuevos productos a sus góndolas.
“Entre enero y septiembre del 2021, recuperamos más de 122 toneladas de aceite residual, 4,443 toneladas de cartón a granel y 359 toneladas de plástico a granel de nuestras operaciones, esto evidentemente no se habría logrado sin el esfuerzo y concientización de cada uno de los miembros del equipo de Cencosud”, sostiene Rodríguez.
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Adicionalmente, han lanzado una “Declaración de Pérdida y Desperdicio de Alimento”, asumiendo 4 compromisos de eficiencia Interna, donación de alimentos, disposición final de residuos y consumo responsable.
“Para que todo esto funcione dentro de nuestras operaciones, generamos espacios de comunicación para seguir fomentando buenas prácticas de cuidado ambiental en el día a día de cada uno de los colaboradores y compartir las buenas prácticas de las diferentes áreas de la compañía. Culturalmente tenemos muy arraigado el predicar con el ejemplo, si no estamos convencidos internamente que debemos cuidar el planeta que nos cobija, difícilmente podremos incentivar a nuestros clientes, proveedores, y toda la cadena que nos siga”, explica Rodríguez.
Este tipo de culturas, que impactan directamente en la reputación de las empresas, termina siendo una herramienta positiva en cuanto a la captación de talento que los ayude a ser más competitivos. “Cuando uno tiene una mala reputación, uno de los factores más importantes es que te importa poco o nada la implementación de este tipo de acciones. Es decir, una empresa con mala reputación no tiene buenas prácticas sostenibles”, sentencia Fernández.
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Debido a esto, el puesto de gerente de sostenibilidad y reputación corporativa ha tomado más relevancia; sin embargo, no lo es todo. Fernández, desde su experiencia, asegura que, si bien es una parte de la ecuación, si no se incorpora el comportamiento socialmente responsable como parte del ADN de la empresa, el camino solo se hará cuesta arriba.
“Implementar ese perfil sí es bueno, porque te hará transitar más rápido hacia la implementación de mejores prácticas, pero tiene que estar en el corazón de la gestión un comportamiento sostenible, de economía circular y de valorización de residuos”, sentencia Fernández.
Perú en cifras
Según los datos recopilados por Recíclame, en 2018:
- Se comercializó 237 mil toneladas de envases PET, generando 191 mil toneladas de residuos. Una de cada 10 toneladas de residuos fue reciclada en la fabricación de nuevos envases PET.
- Circularon 633 mil toneladas de envases de vidrio, cerca de la mitad de estos son envases retornables. Además, se aprovecharon cerca de un cuarto de los residuos de vidrio generados.
- Se comercializó 1.69 millones de toneladas de productos de papel y cartón. Casi 70% de los residuos aprovechables de papel y cartón son reciclados.
- Circularon 8.72 mil toneladas de envases de cartón multilaminado para bebidas. Sólo 6 de cada 100 envases de cartón para bebidas es reciclado.
Es importante resaltar que esta investigación contó con la colaboración del Ministerio del Ambiente – MINAM y del Ministerio de Producción - PRODUCE, así como la del sector privado. Fue elaborado a nivel nacional en el 2020 y 2021 con data situacional del 2018, previo a la emisión de la ley del plástico de un solo uso (Ley 30884).