Diego Marrero

Desde el año pasado, prácticamente todos los bancos centrales del mundo empezaron una tendencia de política monetaria restrictiva, donde la principal herramienta fue la subida de tasas de interés. El fuerte rebote de la inflación que ocasionaron las políticas económicas de los gobiernos durante el COVID-19 generó una gran preocupación, y por ello la política monetaria restrictiva era inevitable.

En este periodo inflacionario la velocidad de subida de las tasas de interés fue la más agresiva de la historia. En EE.UU., la tasa pasó de 0% a 5,5% en un periodo de 17 meses, proceso que generó una gran turbulencia en los mercados financieros, pero contribuyó a una reducción en la inflación, la cual pasó de un máximo en 9,1% a 3,2%. El Banco Central Europeo subió su tasa de 0% a 4,25% en 12 meses, logrando también un buen control de la inflación.

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Por el lado de Latinoamérica, la historia fue aún más exitosa. Brasil logró un muy buen control de la inflación, la cual paso de un máximo en 12,13% a 3,16%, con una subida de tasas de 2% a 13,75%. Un caso similar ha sucedido en Chile, donde la tasa subió de 0,5% a 11,25%, bajando así la inflación de un máximo en 14,1% a 6,5%. Perú y México han tenido movimientos menos bruscos en inflación, pasando de máximos de 8,57% y 8,7%, respectivamente a 5,88% y 4,79%. En cuanto a subidas de tasa, Perú ha terminado con la menor tasa de la región, subiendo de 0,25% a 7,75%. En cuanto a México, la subida ha llevado a su tasa hasta 11,25% de 4%.

“Los países emergentes han destacado en el buen manejo de la política monetaria”.

China es un caso aparte, pues debido a las estrictas políticas económicas que aplicó durante el manejo del COVID-19 y el posterior deterioro de su sector inmobiliario, la inflación nunca subió, por el contrario, la inflación se mantuvo en un rango menor a 3%. Actualmente, de las grandes economías, China es el país que presenta las peores perspectivas de crecimiento.

A diferencia de casi cualquier ciclo inflacionario del pasado, esta vez, los países emergentes han destacado en el buen manejo de la política monetaria y han adelantado su ciclo de recuperación mucho antes que los países desarrollados. Es por ello que muchos bancos centrales de países emergentes, ya con la inflación controlada y con espacio para reactivar su economía, están dándole la vuelta al ciclo y están reduciendo sus tasas de interés. Este mes Brasil anunció un recorte de 0,5% y Chile de 1%.

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Para la segunda mitad del año, la expectativa es que los países emergentes continúen con la reducción en sus tasas de interés y que los países desarrollados confirmen una pausa en la política monetaria luego de un periodo de prueba en donde si la inflación logra estabilizarse, debería verse la misma tendencia de recorte de tasa de los países emergentes.

Este cambio de ciclo en la política monetaria debería significar un impulso positivo al consumo y al crecimiento económico, y descartar con más contundencia los argumentos a favor de una temida recesión.

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