MARTHA MEIER MIRÓ QUESADA @meiermq
En octubre del año pasado, Fritz Du Bois fue nombrado director periodístico de El Comercio. Había que ser muy valiente para aceptar ese reto, en una empresa familiar y con una larguísima tradición de sucesiones de integrantes de la familia Miró Quesada en el cargo que él asumió. Fritz se había fogueado ya periodísticamente, y muy bien, en los años que dirigió “Perú 21”. Antes de que se decidiera asumir el cargo conversamos extensamente sobre temas diversos, especialmente sobre la situación ambiental peruana. Me alegró conocer su sensibilidad sobre el tema. Nuestro lugar de encuentro no pudo ser mejor, AlmaZen , el extraordinario restaurante vegetariano de su primo Henry.
Fritz se convirtió en director del Diario, y generó cambios importantes en el organigrama, en la dinámica del flujo de trabajo, en la reorganización física de la sala de redacción, en una tarea que teníamos pendiente: la integración de las plataformas digitales y de papel. Y todo lo hizo con eficiencia, perfección y rapidez. Andaba a un ritmo acelerado como quien requiere terminar antes de partir, pero no se suponía que partiría, que nos dejaría y menos aun tan tempranamente.
Fritz será recordado por sus valientes campañas periodísticas, la claridad de su pensamiento económico plasmado en sus notas y columnas, su desprecio por la mediocridad, las corruptelas, el populismo, las argollas, el desánimo y el ejercicio frívolo del poder, en todos sus ámbitos.
No debemos, sin embargo, olvidar el importante rol que cumplió en los años noventa en las reformas económicas que lograron sacar a nuestro país de la bancarrota y reinsertarlo en la comunidad internacional. Entre 1993 y 1997, colaboró con el ministro de Economía, Jorge Camet, aterrizando las reformas iniciadas por Carlos Boloña, Jaime Yoshiyama y Juan Carlos Hurtado Miller. Rápidamente descolló por su capacidad y se convirtió en pieza clave para las relaciones con la banca internacional y los organismos financieros multilaterales. Donde aún hoy se le recuerda por su rectitud, capacidad y buena disposición.
En esta edición de El Dominical le rendimos un pequeño homenaje a Fritz periodista, a Fritz economista, a uno de los hombres que el Perú debe agradecer la actual salud económica de nuestro país, esa estabilidad que todos gozamos y que poco a poco nos llevará, antes que después, a integrar el gran concierto de las naciones más prósperas y desarrolladas. Por todo esto y más, solo nos queda decirle gracias y adiós al director de este Diario y al amigo.