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Lo que las escritoras peruanas tienen que decir sobre Cortázar - 1
Redacción EC

Preguntamos a un grupo de escritoras peruanas su opinión sobre la obra de Julio Cortázar (cuyo centenario se celebra mañana 26 de agosto), y sobre uno de sus personajes más fascinantes y memorables: la Maga.  

ALESSANDRA TENORIO

Siempre vuelvo a “Rayuela”, es casi un libro de cabecera, una historia con juegos y saltos en el tiempo, que es innovadora y más para una persona que escribe porque te invita a romper los moldes y salir de ahí. También hay mucha poesía, el lenguaje es riquísimo, con imágenes visuales y uno puede enamorarse de los personajes de esta novela. Cuando estábamos en la universidad, todas queríamos ser la Maga. En este grupo de intelectuales, ella es una persona emocional y tiene esa gran inteligencia intuitiva. No porque ella no haya leído todos los libros que han leído los miembros del Club de la Serpiente significa que no sea inteligente, atractiva, impresionante. Esa sensibilidad, esa inocencia y esa manera de comprender la vida Oliveira lo resume muy bien. Mientras él y sus amigos miran el río, ella se mete en él. Es lo que todas hubiéramos querido ser. También me gusta “Historias de Cronopios y de Famas”. Los cronopios son encantadores, divertidos, una vez escribí un  poema para un cronopio. Cortázar es un escritor al que vale la pena acercarse, los que escribimos podemos encontrar cosas importantes en su obra.

ANDREA CABEL

Cortázar es un inmenso autor argentino al que le debemos obras como “Rayuela”. En primer lugar  esta obra obedece a un contexto, estamos hablando del ‘boom’ en los años 60. Es un contexto de inmensa necesidad latinoamericana de figurar en el mundo como guerreros de la palabra. La primera vez que leí un cuento de él, fue "Carta a una señorita en París". El protagonista vomita conejitos rosados. 


Cortázar quiere maravillarnos con lo cotidiano, que salgamos de este perímetro tan cercado, tan pobre en el que nos encontramos. 


En “Rayuela” saltamos del lado aquí al lado de allá. Tenemos el tablero de dirección, el juego se basa en reglas, entonces hay una libertad que Cortázar maneja con mucha inteligencia, estamos siendo dominados por una  voz masculina muy fuerte, típica del ‘boom’. Estos son autores falocéntricos, donde no existe amor sino sexualidad....
Yo me quedo con aquellas frases increíbles que tiene Cortázar, que me conmueven donde de pronto encuentras un espacio de luz muy fuerte, donde tienes que cerrar los ojos para saber qué se está diciendo: “A todo el mundo le pasa igual, la estatua de Jano es un despilfarro inútil, en realidad después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás. Es lo que se llama propiamente un lugar común”.

KARINA PACHECO

Empecé con sus cuentos y quedé impactada. Con “Bestiario”, que lo publica cuando tenía 35 años, me sorprendió su capacidad para contar en dos tiempos ese encuentro de realidades que son luminosas con un trasfondo de oscuridad. Fue muy impactante. Luego leí “Todos los fuegos el fuego” e “Historias de Cronopios y de Famas”. Entre los personajes de Cortázar me identifiqué con Isabel, la niña de “Bestiario”, que vive en un mundo de exploración, de curiosidad permanente, con inocencia y viviendo el horror que hay muy cerca de ella. Al final entré a “Rayuela” ya sin ese impacto inicial que me habían dejado los otros libros. Se puede leer desde diversos punto de vista. 

MARIELA DREYFUS 

Yo empecé a leer a Julio Cortázar durante la adolescencia y a los 18 años, al entrar a San Marcos, leí “Rayuela” y quedé fascinada por la Maga. Era un personaje emblemático y había en el Patio de Letras una competencia por quienes se acercaban más a la Maga...Yo decía la Maga soy yo. Pero al margen de eso el personaje está creado con un lenguaje moderno. Estaba recordando nuevamente y me doy cuenta lo maravilloso que es el trabajo con el lenguaje en esta obra, es una caja de sorpresas, un libro de aprendizaje, hay muchas referencias, alusiones culturales. Yo con “Rayuela” he aprendido pintura y música. Están los clásicos del jazz, los pintores del surrealismo, está París. Cuando llegué por primera vez, al estar por el Barrio Latino me preguntaba si me encontraría con la Maga.

Me gustan también las primeras colecciones, Final del juego, donde hay un cuento como “Los venenos”; otro cuento conmovedor de esa época que se llama “La señorita Cora”. Un relato maravilloso es “El perseguidor”, dedicado a Charlie Parker. Me gusta el libro “Historias de Cronopios y de Famas”, que trae prototipos de individuos retratados con un gran sentido del humor. 

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