Desde un afiche fragmentario, Chacalón nos mira divertido. El terno blanco contrasta con ese universo ruidoso, colorido y aparentemente caótico que representa la estética popular en el espacio urbano. En este caso no hay colores estridentes sino tonos pasteles superpuestos y friccionados entre sí. Esta obra de David Villalba Quispe ocupó el segundo lugar en el 43 Salón Nacional de Acuarela del Icpna, y desde su título festivo —“Soy muchacho provinciano… yo shi creo en ti”— nos damos cuenta de que se trata más de un juego paródico que de una mirada nostálgica. Un homenaje distendido a uno de los íconos de la chicha.
Este tono contrasta con otros cuadros expuestos en esta versión del salón nacional, como ese espléndido políptico de Christiam López Aroni —que ocupó el primer lugar— y que está compuesto por diez piezas en blanco y negro que nos recuerdan los años de la violencia en el Perú. Como explica Jorge Bernuy, uno de los jurados, “esta obra no es anecdótica ni cae en el sentimentalismo, en la retórica. No tiene miedo, pero sus ojos bien abiertos siguen estando heridos por el terror sufrido, por lo que sufren los de abajo”. Dos memorias de una misma época, la de Chacalón y su alma migrante y de la violencia atroz e irracional.
Galería Juan Pablo Heeren del Icpna. Cusco 446, Lima. De martes a domingo, de 11:00 a 20:00. Hasta el 20 de diciembre. Ingreso libre.