Movida alternativa: pasión y emprendimiento
Movida alternativa: pasión y emprendimiento
Elisa Fuenzalida

Lima parece finalmente lista para salir del armario de la monotonía y la comodidad, al menos en lo que se refiere a alternativas para los oídos más inquietos. Y aunque hemos tardado en descubrir que no es cosa de elegir un bando, cada vez queda más claro que en la diversidad está el gusto y que para todo hay audiencia. Los héroes populares hoy conviven con la crema y nata de la producción internacional. De lo mainstream a lo más “caleta”. Los Shapis con Beach House, Jeanette con Vico y su Grupo Karicia, Mueran Humanos y El General. No es esquizofrenia, ni siquiera eclecticismo: la magia de Internet ha jugado un papel importante, pero también el empeño y la pasión de nuestros productores locales. Cuando no había un san Judas Tadeo que escuchara los “por favor, que vengan al Perú” refiriéndose a bandas y cantantes de postín, los futuros agitadores de nuestra escena, calladamente, tomaban nota. 

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Luis Alvarado —o, lo que es lo mismo, Buh Records— ha convertido la música en el alfa y omega de su vida. Ha montado un sello discográfico con un abultado catálogo, escribe, mueve festivales y conduce un programa de radio. De un tiempo a esta parte también se ha convertido en el proveedor de bandas de culto de la escena ruidista y psicodélica de la capital. La neoyorquina Pharmakon y los californianos Moon Duo, dos propuestas minoritarias y arriesgadas desde un punto de vista estadístico, fueron sus primeros fichajes. Pero Luis conoce a su público, tanto que su actividad como gestor y difusor es uno de los elementos que lo ha formado. “Muchas veces se trata de experiencias musicalmente incómodas pero no por ello menos fascinantes. Y es difícil, sin duda, pero es lo que me gusta, es una forma de militancia. No voy a cambiar”.
     En la orilla del indie pop, género al que sus promotores deben referirse aún como “música de tendencias” ante posibles auspiciadores, Plastilina Records está por soplar diez velas. Jalo Núñez del Prado empezó del mismo modo que Luis Alvarado, como sello, solo que en un contexto en el que el pop se había quedado mudo ante el efervescente boom de experimentación sonora que vivía Lima por esos años. Hablamos del 2006: “Teníamos sed de canciones”, explica. De las ganas de difundir sus fichajes, todos internacionales inicialmente, surgieron las Plastilina Pop Parties. “Siempre fuimos conscientes de que nos dirigíamos a un público minoritario, pero Plastilina no empezó con una visión empresarial sino pasional. Los primeros años fueron pura intuición, amistad y pasión”. Hacia el 2009, el nivel y la diversidad de propuestas musicales dieron un salto importante. Se multiplicaron los festivales y conciertos y, con ellos, la confianza en que había llegado el momento de elevar la apuesta. “Debido a que trabajábamos con disqueras internacionales, siempre nos tenían en la mira. Empezó como: ‘Hey, una banda de mi sello está haciendo tour por Latinoamérica. ¿No te animas a una fecha en Perú?’. La colectividad es clave”. Desde entonces, Núñez del Prado ha hecho realidad su sueño de traer al país a una de las bandas más emblemáticas del pop contemporáneo, Los Planetas. Christina Rosenvinge fue su segunda artista. Luego vino CocoRosie, que con su teatral puesta en escena, su excentricidad y su audacia se ha convertido en uno de los directos que ha dejado huella en el 2015. Ahora bien, si hablamos de conciertos míticos, sin duda Sonic Youth, a través de Fenix Entertainment Group Perú; y Pixies, con Colors, han marcado a fuego a una generación de treintañeros. Veltrac Music, por su lado, parece haberse decidido a satisfacer a los más enterados cool hunters, y entre los artistas que ha fichado hay bombazos como Tame Impala, Foals y la menos globalizada pero igualmente adorada Russian Red. Palabras mayores.
     Kaputt es la productora más joven, pero ha subido al escenario pisando fuerte. 
Aún en la fase inicial del proyecto y haciendo caso omiso de estudios de mercado, Pato Terán, su fundadora, ha optado por fichar a buenos amigos que ha hecho en sus viajes, como Don and Jan (Argentina) y Dënver (Chile); o, directamente,a quienes ella quiera ver en vivo. Así fue como Mac DeMarco, la estrella más fulgurante del rock-pop-country-glam, engreído de la prensa internacional, ante la incredulidad de sus fieles, recaló en tierras limeñas. 
     Terán es reacia a dar los nombres que traerá Kaputt el 2016, pero sabemos que serán de culto. Núñez del Prado también prefiere mantener en reserva quiénes serán las cabezas del festival Corrientes Circulares, con el que celebrará el décimo aniversario de Plastilina Records. Por ahora solo se puede decir que vendrán artistas de México, Chile, Argentina y España. Y que será gratuito. Sin embargo, Luis Alvarado sabe que la inclusividad dista mucho de ser la norma en los conciertos internacionales: “No es posible mantener al público si debe gastarse 500 soles al mes en conciertos. Las entradas son demasiado caras. Tampoco estoy diciendo que no hay que recuperar la inversión o ganar, especialmente si estás organizando un evento grande. Pero, si queremos mantener al público, tendremos que bajar. Hay que repensar muchas cosas. La mayoría de locales, por ejemplo, no cuenta con equipos apropiados, y alquilarlos nos sale demasiado caro. También hay que invertir más en prensa. Se escribe muy poco y en radio y televisión no hay casi nada. Contamos con las redes sociales, básicamente”, asegura. La evolución de la industria musical en nuestro país, como todo lo que no baile solo al compás de los mandatos del mercado, tiene un enorme mérito que recae en la gestión independiente. Como adelanto de lo que se trae Buh Records: el regreso de los argentinos radicados en Berlín Mueran Humanos; y, por confirmar, la leyenda del noise industrial Esplendor Geométrico.

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