El poeta, catedrático, traductor, editor y crítico Ricardo Silva-Santisteban ha sido elegido presidente de la Academia Peruana de la Lengua. Además, la 35º Feria del Libro “Ricardo Palma” lo tiene entre sus principales homenajeados. El Dominical lo entrevistó para recoger sus impresiones.
¿Cuáles son los retos por delante?
Permíteme comenzar expresando algo personal. En primer lugar, debo decirte que me siento muy honrado de haber sido elegido por mis colegas para dirigir la Academia Peruana de la Lengua. Igualmente, agradecer a los magníficos académicos que han aceptado conformar el nuevo Consejo Directivo. La Academia Peruana de la Lengua se estableció en el Perú en 1887 como correspondiente de la Real Academia Española que había sido fundada en 1713. Entre las funciones de la Academia Peruana de la Lengua se encuentra la defensa y la integridad del idioma español, estudiar los usos antiguos y presentes del español y difundir la obra de los escritores peruanos clásicos. Como puedes apreciar se trata de una tarea inmensa pero en cierta forma también teórica e ideal. El presidente se dedica a lo que en cualquier empresa se encarga un gerente general. Es decir, de la marcha administrativa y académica de la institución. Si obviamos las administrativas, que son inherentes a cualquier institución, desde el punto de vista académico se ocupa de promover cursillos, coloquios literarios y lingüísticos, difundir la literatura peruana, etc. Esta labor no está circunscrita a la capital. También se realizan viajes a distintos lugares del Perú donde se dictan conferencias de difusión de la literatura peruana.
La Academia es una observadora del habla de los peruanos…
Sí, dentro de la medida de nuestras posibilidades. Un par de ejemplos. Marco Martos, el presidente saliente, deja en prensa un valioso Diccionario de peruanismos preparado por un grupo de estudiosos extranjeros y peruanos. Que constituye una labor inmensa que ha tomado muchos años de trabajo silencioso. Esperamos que comience a circular en el 2015. Por mi parte, el 26 de noviembre se presentará una nueva edición del libro Los cronistas del Perú de Raúl Porras Barrenechea que ha tomado también muchos años preparar. En ambos casos se ha contado con generosos mecenas que han permitido a la Academia cumplir con uno de sus fines.
¿Qué tan mal hablamos mal los peruanos?
Dicen que don José de la Riva-Agüero se preciaba hacia 1940 que el Perú era el país en que mejor se hablaba el castellano en Hispanoamérica. Si eso era cierto, la verdad que con el derrumbe continuado de la educación peruana en todos los niveles, no puedo compartir hoy en día el orgullo de José de la Riva-Agüero. Creo que es indudable que hay que reforzar la enseñanza de la gramática y difundir la lectura de los buenos libros clásicos de la literatura porque los jóvenes llegan a la Universidad con graves carencias respecto del idioma y un vocabulario muy limitado. Por supuesto que el cambio corresponde al sistema educativo en general.
En un mundo global e interconectado las influencias para el habla son diversas...
Es indudable que la asimilación de ciertas expresiones nativas influye en el hablar de los peruanos. Pero en este momento, con la mayor difusión a través de los medios, el idioma se encuentra globalizado como nunca. Por todos lados aterrizan expresiones de otros países de lengua española y hasta de otras lenguas de las que es imposible sustraerse. Las expresiones que a mí me molestan cuando se trata de expresiones que son malas traducciones o traducciones bárbaras de otros idiomas. Por ejemplo, cuando escucho “en solitario” en vez de simplemente “solitario” que se usa tanto en España, me parece que habría hacerles notar que se trata de la expresión francesa “en solitaire”. Igual con el mal uso de “bizarro”. Del inglés no se diga nada porque sería la de nunca acabar.
Las redes sociales no contribuyen al buen hablar...
Las redes sociales que tanto ayudan para la comunicarse y defender las noticias, creo que tienen un efecto empobrecedor desde el punto de vista de la escritura. Hace poco leía un inteligente comentario de Alonso Cueto, no solo un magnífico narrador sino también un miembro de la Academia Peruana de la lengua, en él explica diáfanamente las dificultades de lectura que experimentan quienes hacen un uso extremo de las redes sociales porque pierden la capacidad de concentración para leer textos más largos.
¿Qué proyectos tiene en la Academia?
Además de seguir todo lo bueno y positivo que la Academia ha logrado en los últimos años, una de las primeras que he pensado es revivir la edición de los Clásicos Peruanos que comenzaron a editarse bajo la presidencia de la Academia de don Aurelio Miró Quesada en 1971. Pensaba continuar con la numeración de los textos que llegaron a editarse en ese entonces para recalcar la continuidad que deben tener las instituciones en nuestro país. Hay más proyectos pero creo que es conveniente esperar tener la primera de las reuniones del nuevo Consejo Directivo.