La emergencia sanitaria y el aislamiento social impuesto en varios países han desnudado el grave desequilibrio que existe entre lo económico, lo social y lo ambiental. No solo han evidenciado la desigualdad, exclusión y brechas sociales existentes, sino también han hecho visible la gran presión impuesta al medio ambiente. En los últimos meses se ha observado una importante reducción en la emisión de gases de efecto invernadero a nivel mundial, en la contaminación acústica e inclusive en el “ruido geológico” proveniente de las vibraciones generadas por la actividad humana debido a las medidas tomadas por los Gobiernos ante la pandemia. Además, gracias a la reducción de la actividad humana, se ha visto un mayor número de aves y mamíferos marinos en las costas peruanas.
Desafortunadamente, es necesario reconocer que estos resultados no serán permanentes. Sin embargo, esta situación nos brinda una oportunidad única para diseñar e implementar medidas a corto y mediano plazo que podrían generar cambios estructurales en materia ambiental y complementar el paquete de reactivación económica que el Estado propone. Además, estas medidas ayudarán a reducir el “efecto rebote” de la reactivación económica. Es decir, dado que las empresas buscarán recuperar el “tiempo perdido”, los efectos en el ambiente podrían ser inclusive peores que los observados antes de la emergencia sanitaria.
Reducción del tránsito
Si bien la promoción del transporte sostenible (uso de autos eléctricos, bicicletas y un mejor sistema de transporte público) es necesaria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se puede obtener un resultado importante en el corto y mediano plazo con la reducción del tránsito. Para ello, el teletrabajo es una alternativa crucial, como hemos podido observar en estas semanas. En ese sentido, el MINAM debería ser el principal interesado en promover el teletrabajo.
Sin embargo, la mayoría de la población urbana en el Perú no podría implementar el teletrabajo: cuentan con trabajos informales y el trabajo demanda contacto personal. Por ello, la reorganización de las rutas de transporte público es fundamental para reducir el tránsito. En la situación de emergencia, la demanda por transporte se ha limitado a aquellas personas que laboran en actividades esenciales. Estas “rutas esenciales” pueden ser utilizadas como referencia para definir cuáles rutas se deben mantener y cuáles se podrían eliminar, haciendo más eficiente el otorgamiento de permisos de circulación o estableciendo turnos.
Mejorar la gestión de residuos sólidos
Desde el Ministerio de Economía y Finanzas se ha lanzado el programa Reactiva Perú, el cual ofrece garantías para que más de 350,000 empresas logren superar la desaceleración económica y así evitar despidos masivos o su potencial quiebra. Este programa podría brindar la oportunidad para que las empresas modifiquen sus procesos productivos y mejoren la gestión de los residuos sólidos. Esto es de suma urgencia en el Perú, ya que existe una capacidad muy reducida para su tratamiento en rellenos sanitarios (únicamente 52 en todo el Perú) y los servicios de recolección son deficientes (únicamente alrededor del 50% de los residuos sólidos llega a un relleno sanitario. El resto termina en botaderos, el mar o el cauce de ríos). En ese sentido, una empresa que quisiera acceder a los beneficios del programa Reactiva Perú se podría comprometer a realizar cambios en sus procesos y organización, presentando un plan de adecuación al momento de postular al programa.
Posesión de la tierra y deforestación
En el caso de la agricultura, el Fondo Agroperú del Ministerio de Agricultura, el cual brinda facilidades de acceso a crédito a pequeños productores agropecuarios, solicita entre sus requisitos demostrar la tenencia de tierra a través del título de propiedad, certificado o constancia de posesión. Diversos estudios demuestran la existencia de vacíos legales en el otorgamiento de constancias y certificados de posesión, los cuales promueven la deforestación en la Amazonía. En ese sentido, para acceder al Fondo, sería necesario demostrar que aquellos certificados de posesión otorgados sobre tierras amazónicas y presentados para acceder al fondo no han promovido la deforestación.
Existen muchas otras medidas que se deben implementar para promover el desarrollo sostenible ––como la renovación del parque automotor, la aplicación de la ecoeficiencia en instituciones públicas o un mejor control de la actividad pesquera––, pero las que propongo pueden ser implementadas en el marco del estado de emergencia con un costo fiscal mínimo y con beneficios importantes para la sociedad en el mediano y largo plazo.
No desaprovechemos este momento. Es la oportunidad para iniciar cambios importantes que permitan un entorno natural y un medio ambiente que aseguren la mejora sostenible en el bienestar de las personas.
Te puede interesar
- Minagri reestructura fondo Agroperú para acelerar créditos a pequeños productores
- Reactiva Perú: ¿reactiva?
- La otra cara de la pandemia: el respiro de un planeta sin humanos
- Naturaleza que recupera espacio: el retorno de las aves a las playas de Costa Verde por la cuarentena
- Coronavirus | Lima registra la menor contaminación de aire de los últimos 3 años