En nuestro país, de acuerdo con el INEN, los casos de cáncer de piel se duplicaron entre el 2000 y 2013, aunque las cifras se redujeron gracias a las campañas del Minsa y la acción preventiva difundida en los medios. Si el cáncer de piel se diagnostica a tiempo, las posibilidades de sobrevivencia son muchas; si se hace tarde y se extiende a diversos órganos, sobreviene la muerte.
Las recomendaciones inciden en el uso de bloqueadores, y en evitar exponerse a los rayos solares entre las diez de la mañana y cuatro de la tarde. Pero ¿pueden algunos alimentos prevenir el cáncer de piel? Una investigación pionera, encabezada por la doctora Amy Millen, de la universidad de Búfalo, Nueva York, demostró la relación de algunos alimentos con este cáncer, y vale la pena hacer un repaso de ellos, pues pueden brindarnos protección frente a este tipo de diagnóstico.
—La obesidad y el melanoma—
Los expertos coinciden en que la obesidad no solo puede propiciar cáncer, sino también melanomas hasta un 31 %, en particular en hombres. Como bien se sabe, la obesidad es la acumulación excesiva de grasa en nuestro cuerpo, y puede ser evitada por medio de la actividad física; el consumo de alimentos frescos, no industrializados; la ingesta medida de carbohidratos; y formas de cocción saludables como estofados o vaporización. Opte por el mercado orgánico, y ponga en su plato menestras, cereales, consistentes ensaladas y carne saludable.
—Germen de trigo y olivos—
Una investigación desarrollada por el doctor A. Telekes, del Hospital Municipal de Budapest (publicada en Nutrition and Cancer), demostró que la fibra y el salvado de trigo son ricos en apigenina, lunasina, ácido fítico y lignanos, que previenen la formación de melanomas y el cáncer de colon. Se ha evidenciado que su potente actividad inmunológica complementa bien la acción de la dacarbacina, un fármaco empleado en la quimioterapia contra melanomas.
En Serbia, otra investigación del Instituto de Genética Molecular e Ingeniería Genética de la Universidad de Belgrado, publicada en Planta Medica, ha mostrado que el extracto de las hojas deshidratadas del olivo puede inhibir la capacidad de clonación y desarrollo de ciertos tipos de melanoma. Dichos efectos se han logrado en laboratorio, todavía no en terapia clínica, pero es ya una esperanza para los pacientes.
—Mandarinas, pescados, huevos—
Las mandarinas son una excelente fuente de tangeretina y nomilina (esta última, sustancia amarga que se halla más en semillas y cáscaras), que incrementan la acción inmune del cuerpo contra una variedad de melanomas y promueven la buena función de una proteína denominada p53, la principal responsable de la defensa contra el cáncer en nuestro organismo.
Diversos estudios clínicos han probado que una dieta rica en vitamina A y antioxidantes puede prevenir la formación de melanomas. Aquí debe subrayarse el rol del retinol en el buen funcionamiento de nuestro sistema inmune.
Por ello, es importante consumir pescado al menos dos veces por semana, carne de ternera, huevos, zanahorias, brócoli, camote, espinacas, papayas, entre otros.
—No abusar de las carnes rojas y del ají—
Las carnes rojas —en mayor proporción— y el ají —en menor— contienen ácido palmítico, un ácido saturado que constituye el 60 % de la dieta humana y que, a su vez, contiene una proteína denominada CD36, la cual se halla en una serie de células tumorales, que incluye los melanomas. Esta proteína promueve el desarrollo de tumores y la metástasis, e incluso favorece en nuestro organismo la resistencia a la quimioterapia.
Y, si bien el cobre es un metal importante en la formación del hierro para evitar la anemia, hay que recordar que puede activar una enzima llamada “memo”, que podría inducir la formación de melanomas, aunque esto aún no se haya demostrado en ensayos clínicos, sino solo en laboratorio, de acuerdo con un estudio publicado en Science por la farmacóloga Brady, de la Universidad de Duke, Carolina del Norte.
Evitemos exponernos por largo tiempo al sol, más aun si tenemos antecedentes familiares de cáncer de la piel. Lo importante es acudir a tiempo al médico si aparecen lunares con formas irregulares, que cambian de color, que no tienen borde definido o que son grandes.