En la Grecia clásica, Caronte era el balsero de la muerte, aquel que transportaba las almas hacia el inframundo. César Caycho ha retomado esta figura y ha cambiado las almas mitológicas por animales. En sus cuadros, estos aparecen sobre balsas y piedras, estáticos e imponentes —“en situaciones casi humanas tratando de representar algo de lo que se vive hoy”, dice el artista—, y en escenarios de fábula. De esta manera, su pintura nos remite a esas antiguas láminas descriptivas y naturalistas de los trópicos americanos. Paisajes reales y maravillosos.
Índigo
Av. El Bosque 263. San Isidro. De lunes a sábado, de 11:00 a 20:00; y domingos y feriados, de 11:00 a 19:00. Ingreso libre. Hasta el 7 de enero.