Lima: Ciudad amuralada, por Fernando Torres

Lima recibió de la Unesco el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en 1988, y desde entonces se estableció el compromiso de preservar su patrimonio arquitectónico.

En ese marco, nace Pinta Lima, el proyecto que propone la creación y difusión del arte urbano retomando valores culturales, las tradiciones limeñas, la igualdad, la tolerancia e inclusión, entre otros temas de interés social. Teniendo en cuenta la condición de ciudad-museo que debería ostentar nuestra capital y de acuerdo con lo establecido en el Plan Lima, se ha considerado una paleta de colores que armonice con el entorno arquitectónico. A ello se suman coordinaciones respecto a los diseños, la definición de los espacios reservados para estos fines y el apoyo que brindará la Municipalidad para la ejecución de los proyectos aprobados. Este proceso se inició en enero en varias reuniones en las que participaron los artistas que lideran el proyecto: Entes y Pésimo.

La gran aventura empezó en la esquina de los jirones Azángaro y Huallaga, donde el artista WA ejecuta una serie de retratos en blanco y negro del emblemático artista puneño Víctor Humareda. Paralelamente, Fefa retrata a un pescador agradeciendo las ofrendas del mar de la bahía de Lima, con lo cual destaca la condición geográfica de nuestra ciudad y su identidad costeña. El proyecto seguirá su curso en calles como Junín, Ica, Huancavelica, Azángaro, etc. Pero, si consideramos que aún quedan muchos espacios en la periferia, que ya han sido identificados, podemos asegurar que los nuevos murales conseguirán transformar la fisonomía urbana y crear entornos amables para poder asimilarlos a la aspiración
de los museos urbanos que tanto anhelamos.