Ricardo Palma es hoy un escritor relegado casi exclusivamente a la lectura para tareas escolares y a las curiosidades, como es finalmente la efeméride que celebra el centenario de su muerte. Por eso es importante resaltar algunos de sus múltiples aportes que explican la literatura peruana del siglo XXI. Estos van desde la creación de un género singular como la tradición a la tarea fundamental de rescate y defensa de los “peruanismos” y “americanismos”, los que presentó en 1892 ante la Real Academia de la Lengua Española —en el marco de su actuación como representante oficial del Perú para el cuarto centenario del descubrimiento de América— y de cuyo capítulo peruano fue también fundador ( 1887 ) y posteriormente presidente. A ello se suman detalles no menores como su apoyo a mujeres escritoras como su amiga Juana Manuela Gorriti y aun en su vejez a jóvenes que como Raúl Porras Barrenechea se inspiraron en su figura para empezar sus escritos en la revista Alma Latina.
Se trata de un escritor único, que se nutre del romanticismo en el siglo XIX pero que con sus Tradiciones cumple una tarea fundamental que perfeccionó desde la Biblioteca Nacional, recuperando fuentes históricas para —aderezándolas con ironía y gracia— crear un imaginario de la cultura y de la identidad peruana. Hay, en ese sentido, una línea que llega a unir a Palma con el propio Porras, con ensayistas como Loayza y con prosistas contemporáneos como Ribeyro, Bryce y el propio Vargas Llosa. Es difícil calibrar el impacto que tiene Palma en escritores más jóvenes, pero estoy convencido de que su lectura permea los escritos de todos aquellos que han leído sus Tradiciones.
Cierto es que se le acusa de darle color y ponerle risas a un pasado de dramas y abusos. Pero, como decía Haya de la Torre, en el fondo “Palma hundía su pluma en el pasado para blandirlo en alto y reírse de él”. Y esa es una tradición que llega a hoy con el ‘chongo’ peruano; quién sabe y los memes que inundan las redes sociales en estos días de crisis política tienen más de Palma de lo que se puede pensar.