¿Se puede revertir el cambio climático rociando aerosoles en la atmósfera?
¿Se puede revertir el cambio climático rociando aerosoles en la atmósfera?

Por: Juan Luis Nugent

Tapar el sol con un dedo
Si calentamos el planeta de manera artificial, tal vez tengamos que enfriarlo del mismo modo. La geoingeniería, también conocida como ingeniería climática, se especializa en hallar formas en las que podemos intervenir o alterar el clima y así reducir los efectos del calentamiento global. Concretamente, bajar la temperatura en el planeta. ¿Pero cómo?

Una forma es con el SAI (stratospheric aerosol injection). El método consiste en esparcir en la estratósfera (entre 20 y 50 km encima de nuestras cabezas) miles de millones de partículas atomizadas de cloruro de calcio que formarán una capa reflectora de luz solar. Los beneficios —teóricamente— serían tangibles en poco tiempo. Vidas, tiempo y dinero se salvarían de esta manera en grandes cantidades, afirman algunos.

Los científicos de Harvard y Yale han publicado una investigación en la que evalúan la viabilidad, así como los costos y beneficios de apostar por la geoingeniería solar con el SAI. En un extenso reportaje publicado en la revista Nature señalan que es viable y podría implementarse en el corto plazo. Pero antes hay que probar si funciona en la realidad, pues hasta ahora solo se ha podido verificar en la computadora.

Los escépticos afirman que este método equivale a ponerle una curita a una hernia. Los investigadores aludidos, sin embargo, recalcan que esta no es de ninguna manera la única ni la mejor forma de bajar la temperatura de la Tierra.

Además, el estudio señala que uno de los principales obstáculos es lograr el consenso político necesario para implementar, mantener y conducir un proyecto de esta envergadura global. Y no estamos para perder el tiempo. “Si no tomamos acción inmediata, el colapso de las civilizaciones y la extinción de la mayoría del mundo natural está en el horizonte”, alertó esta semana, en la COP24, realizada en Polonia, David Attenborough, veterano divulgador científico inglés. La ciencia también es política.

Temblor en Tumblr
Nacido en el 2007 como un punto medio entre el post de blog y el tuit, Tumblr es un espacio entrañable de internet. Desarrolló su propio lenguaje y códigos (sobre todo con el uso de imágenes, GIFs y videos) y fue para toda una generación de adolescentes un punto de referencia en la formación de gustos e ideas.

También es un lugar en el que hay mucha pornografía. De todo tipo: literaria, artística, gráfica, amateur, cinematográfica, original y pirata. En el 2017 TechCrunch calculó que alrededor del 20 % de su tráfico provenía de este tipo de contenido. Pero esta semana los propietarios de los más de 400 millones de blogs que alberga Tumblr recibieron un anuncio que cayó como bomba: antes de fin de año se aplicará una política de tolerancia cero con la pornografía. Genitales, pezones femeninos (salvo fotos de lactancia) y actos sexuales serán bloqueados y eliminados. Se atribuye la decisión a que semanas atrás el app de Tumblr fue retirado del App Store de Apple porque los sistemas de seguridad detectaron imágenes de abuso sexual infantil en sus servidores. ¿Tomarán medidas similares con los nazis y fascistas mitómanos de la misma comunidad?

Pónganle vida a los años
Quién como Benjamin Button, que se hacía cada día más joven. Otros, como Emile Ratelband tienen que solicitar formalmente al gobierno de su país que les permitan quitarse 20 años. El holandés, que se describe como ‘entrenador de positividad’, alega que no poder acreditar formalmente que tiene 49 en vez de 69 le ha traído sufrimiento. “Cuando en Tinder sale que tengo 69, no recibo atención”, ha declarado a la prensa que le ha dado toda la cobertura que alguien con tal necesidad de cámara demanda.

La justicia en su país tomó nota. En una carta, la Corte de Arnhem le explica de manera muy didáctica el delirante precedente jurídico y social que sentaría permitirle a alguien ponerse la edad que se le ocurra. No obstante, se le exhorta a vivir su vida de manera plena y a buscar otros modos más realistas de combatir la discriminación etaria. Madure, señor.

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