El caso del español Javier Santaolalla puede resultar paradójico. Estudió Ingeniería de Telecomunicaciones; luego, hizo una licenciatura y un doctorado en Física; y de ahí dio el gran salto para trabajar en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear), el laboratorio de física de partículas más importante del mundo. Sin embargo, en un momento determinado, decidió dejar todo eso para convertirse en divulgador. Él mismo lo cuenta en un video titulado “¿Por qué me hice youtuber?”, y, desde entonces, dicta charlas, hace humor científico, ha escrito siete libros y administra tres canales en YouTube —Date un Vlog, Date un Voltio y Date un Mi—, que tienen millones de seguidores.
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