Bruno Ortiz Bisso

En 1956 empezó la importante labor de compartir el conocimiento sobre ciencia y tecnología con otras personas, a través de diferentes medios de comunicación. Desde julio del 1981 hasta julio del 2022 el ingeniero Tomás Unger ha publicado, de manera ininterrumpida, sus artículos en el diario El Comercio. En esta edición especial, conversamos con él para conocer un poco más sobre sus expectativas sobre el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en el Perú y el mundo.

Don Tomás, a usted se le identifica como el más importante divulgador de la ciencia en el Perú ¿Cómo se siente al respecto?

No tuve mayor competencia, así que no es mérito propio. Fueron las circunstancias. Le debo mucho a mis padres. Tuve suerte, ellos eran gente con vocación científica y alentaban mi curiosidad. Mi padre era ingeniero, profesor de termodinámica, fue decano de la facultad de Ingeniería de la Escuela Nacional de Ingenieros y mi madre tenía un doctorado en Química de la Universidad de Padua. En la casa teníamos libros de ciencia y además mis padres me enseñaban… A mí me encantaba explicarles a mis amigos del colegio cómo funcionaba todo. Cuando sabía, contestaba, cuando no, iba y preguntaba a mis padres, entonces regresaba y lo explicaba. Creo que tenía un poco de vocación de profesor. Me gustaba explicar.

— ¿Qué tan importante considera que ha sido su paso por las páginas de El Comercio?

Para mí ha sido crucial. El ser divulgador de ciencia y tecnología me ha abierto muchas puertas para conocer a científicos, inventores, laboratorios, facultades de ciencias...sitios donde se hace y se enseña la ciencia. Por ejemplo, he podido ir a la Antártida en un barco de exploración (el BIC Humboldt), he visitado laboratorios en Japón y en Europa, y he conocido lugares que no me hubiera imaginado. He aprendido acerca de disciplinas que no hubiera tenido tiempo de estudiar sin la ayuda de la gente que se dio el trabajo de enseñarme. Gracias a Dios hubo gente dispuesta a compartir conmigo sus conocimientos y trabajo. A través de la página, los lectores han podido informarse y conocer a científicos y leer sobre lo que estaba pasando en el Perú y en el mundo. Quisiera creer que he ayudado a informar y a que la ciencia sea más asequible la ciencia; que no se vea como algo misterioso o complicado. La ciencia es, después de todo, el estudio de todo lo que nos rodea.

— ¿Cuál ha sido el invento o avance de la ciencia y la tecnología que más lo ha sorprendido?

Los descubrimientos sobre el espacio y el universo. Lo que me ha dejado atónito es la magnitud del universo. Los avances en la exploración espacial han sido fuente de constante asombro. Me hubiera gustado ser astronauta.

— ¿En qué se ha retrasado la visión que se tenía del futuro? ¿Qué cosas se esperaba que pasaran en este nuevo siglo que aún no han sucedido?

Eso depende de a quién se le haga la pregunta. Los optimistas siempre se quedan cortos. Los pesimistas como yo, siempre estamos más cerca de los hechos que ocurren. La naturaleza humana no va a cambiar en la escala de tiempo de una vida, así que yo no esperaba ver grandes cambios en los problemas que enfrenta la humanidad.

— ¿Cuál avance es el que más quisiera ver?

El reciclaje de todo. No deberíamos descartar nada. Hay que darle nuevo uso y nueva vida a todo, porque no podemos seguir extrayendo y contaminando. Quisiera ver que usemos todo nuevamente, hasta el pensamiento. Imagínate lo que sería poder transferir y continuar las ideas, el aprendizaje…Es decir, transferir las experiencias e ideas para que otros no tengan que comenzar de cero. A mí me gustaría poder dejarles a mis hijos todos mis conocimientos y experiencias. Mi suegra decía: más sabe el diablo por viejo que por diablo.

— ¿Cómo ve el futuro de la divulgación científica en el Perú? ¿Qué es lo que nos hace falta?

Hace falta en todo el mundo —en el Perú también—, una buena educación básica: aritmética, física, geografía, biología. Se tiene que enseñar a pensar y, por supuesto, buenos colegios para todos. Es básico. No se necesita ser un genio para darse cuenta de que si quieres buenos profesionales, tienes que invertir en la educación. Necesitamos tener conciencia de la importancia de la educación básica. La enseñanza debe ser respetada y bien pagada.

— ¿Y qué es lo que falta para incentivar a más jóvenes a decidirse por carreras de ingeniería o de ciencias?

Buena enseñanza y oportunidades. Si a un chico le das la oportunidad de ver de cerca lo que hace un científico —por ejemplo, un biólogo marino— su curiosidad e interés van a llevarlo posiblemente a estudiar ese campo. Al comenzar, nadie conoce todas las posibilidades. Hay que exponer a los chicos a oportunidades de ver de cerca el trabajo científico, y hasta crear grupos de trabajo, competencias, lo que sea necesario para que aprendan y se entusiasmen.

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