Martínez es redactor jefe de "Next", la sección de ciencia de voxpopuli.com
Martínez es redactor jefe de "Next", la sección de ciencia de voxpopuli.com

Antonio Martínez Ron (Madrid, 1976) comenzó su carrera periodística hace 20 años. Realizaba coberturas de sucesos locales y políticos, mientras mantenía, de forma paralela, Fogonazos, un muy reconocido blog de ciencia. Pero, a pesar de su vocación por la divulgación y el éxito de su bitácora virtual, Martínez Ron se sorprendió cuando sus editores le pidieron dejar la cobertura política para que se dedicara exclusivamente a la sección científica del medio en el que trabajaba.

“Al inicio me molesté, pensaba que me estaban castigando”, recuerda, entre risas. Y añade, recuperando la seriedad: “Es un ejemplo de lo relegado que está el periodismo científico. Dejar la sección estrella, que es la de política, e ir a escribir sobre ciencia, parecía un demérito. Pensaba que era una apuesta equivocada”.

Con ocasión de su visita al Perú, como parte de la delegación del Hay Festival Arequipa 2018, conversamos con Antonio Martínez Ron sobre cómo el periodismo de divulgación científica se está ganando un lugar en el mundo.

—¿Cree que es más fácil ahora interesar a la gente en asuntos científicos?
Pienso que sí. Primero, porque, a medida que ha pasado el tiempo, estamos ante descubrimientos más impresionantes y hay un montón de frentes abiertos; segundo, porque las redes sociales y la tecnología están cambiando mucho la relación entre periodistas y lectores.

—¿El periodismo científico está de moda?
Quiero creer que sí, que cada vez la ciencia está más presente en los medios. Pero el periodismo científico debe de ser valorado adecuadamente, porque faltan todavía periodistas especializados en muchos sitios. Sigue cogiendo la noticia de ciencia el primero que pasa por la redacción, y eso lleva a consecuencias a veces no muy buenas. Se publican cosas que no tienen ningún rigor, o que son confusas o que siembran en la población ideas engañosas.

—Sembrar ideas engañosas en este tiempo es fácil. Y parece que es algo común en el área de ciencia.
Es fácil difundir las fake news en todos los ámbitos, pero tengo la impresión de que los periodistas científicos pueden ser especialmente útiles contra este tipo de información en la redacción: es el que levanta la ceja cuando se habla que tal estudio demuestra no sé qué, pues sabe cuáles son las herramientas para que una investigación esté bien hecha, e identifica si eso huele a chamusquina o es algo veraz.

—Pero, en balance, el periodismo científico sigue siendo relegado de las redacciones de los medios hispanohablantes.
Sí, y es una paradoja: vivimos en la sociedad más avanzada científicamente, en la que nos afecta directamente la ciencia y en la que se siguen tomando decisiones en los diarios que no son acordes con esta realidad. Siguen hablando de lo mismo, siguen priorizando el periodismo de declaraciones que no lleva a ningún sitio, y seguimos relegando los temas de salud, de la posible cura de una enfermedad o los que tienen que ver con el calentamiento global. Es cierto que el camino para conquistar la portada es duro, pues vivimos rodeados de estímulos, de noticias que saltan cada dos segundos. Trump es el primer attention whore del planeta y nos quita espacio para todo los demás. En ese universo en el que hay atentados, políticos locos, fake news... intentar contar una historia del avance de la cura de una enfermedad o un hallazgo en biotecnología tiene su mérito.

—¿Qué derrotero puede tomar el periodismo científico ahora?
El periodismo científico antes pecaba de ser aburrido y sesudo, le faltaba chispa, emoción, y hay que jugar un poco con eso obligadamente, pues necesitamos captar la atención de gente que pasa por encima de esto sin prestarle el más mínimo tiempo. Pero también estamos cometiendo errores, como no trasladar bien la idea a la gente de lo que es la ciencia, o no hacer la diferencia con la cobertura de tecnología, sección en la que se debería dar cuenta de los grandes avances tecnológicos, pero que muchas veces se convierte en una suerte de espacio publicitario gratuito para las grandes empresas.

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