El 12 de febrero del 2020, semanas antes del confinamiento mundial, Joaquín Sabina cumplía 71 años y lo celebraba con un concierto en Madrid, compartiendo escenario con Joan Manuel Serrat. Pero el momento feliz fue interrumpido: el dueño del cumpleaños se cayó del escenario y, al día siguiente, fue operado de emergencia a causa de un derrame cerebral. Tres años después del accidente y seis años desde su última visita al Perú, tenemos esta noche a Sabina en Lima. La gira ha sido bautizada por el cantautor con el nombre de Contra Todo Pronóstico.
“Honestamente, cuando Joaquín tuvo el accidente pensamos que lo perdíamos, por ello el nombre de la gira no podría ser más adecuado”, dice Jorge Fernández, productor del show en nuestra capital. “Sabemos que él le tiene un cariño especial al Perú, no solo porque su esposa es peruana, sino por su larga y cercana relación con nuestro país. Esta visita lo ilusiona muchísimo”, añade.
El mismo de siempre
A pesar de la delicada situación que atravesó, Joaquín Sabina sigue adelante. “Se adapta a los tiempos, él mismo toma conciencia de su estado y de cómo tiene que actuar. Creo que Joaquín no puede ser infiel a sí mismo. Probablemente el día que tenga que cambiar será el día que se retire”, señala Fernández, quien considera al artista como “un objeto de culto” cuya música llega no solo a un público adulto, sino que sigue ganando adeptos entre los más jóvenes. “Hay una nueva generación que disfruta de Sabina. El arte trascienden el tiempo y las nuevas generaciones están descubriendo la melodía, la letra. La música de Sabina no solo entretiene, sino que hace pensar. No tengo autoridad para calificar la calidad de la música que está de moda, pero hay un factor ineludible: el tiempo. La que perdura en el tiempo es la que vale”, sostiene el productor.
A pesar de todo
El concierto, programado inicialmente para realizarse en el distrito de Surco, tuvo que cambiar de locación al Círculo Militar del Perú, ubicado en la avenida Salaverry, en el distrito de Jesús María. El nombre de la gira, entonces, va acorde no solo a los problemas que ha tenido que superar el cantautor, sino también a aquellos que tuvo que sortear la organización, nuestro propio país e incluso la economía mundial.
“La vida tras la pandemia nos presenta retos constantes. Hay una inflación a nivel mundial y esto supone un panorama complejo para la gestión cultural. Pero si algo tiene la industria de la música es que es altamente flexible y hemos hecho todo lo necesario para que el show de esta noche salga adelante y el público disfrute de un Joaquín renacido”, añade finalmente Fernández.
El cambio de locación supuso el reacomodo de la distribución del concierto, pero de ninguna manera será un problema para quienes hayan adquirido sus entradas con tiempo. Además, aún hay boletos disponibles en Teleticket. Esta noche promete ser memorable: veremos a un Sabina recuperado, dispuesto a compartir su magia con los incondicionales que esperaron su regreso un poco más de 19 días y 500 noches.