Es común escuchar por estos días a los allegados de Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) atribuirse la representación de la mitad del país. Pero esto está muy alejado de la realidad. Si nos centramos en Castillo, quien se encuentra a la cabeza al 100% del conteo oficial del ONPE, sus votos representan solo el 34.94% del electorado hábil, el porcentaje más bajo de representación en los últimos 30 años. Esto configura una serie de riesgos para su eventual gobierno.