Desde que inició la pandemia, la aplicación Zoom se ha convertido en una herramienta muy necesaria en la vida de grandes y chicos. El aislamiento social y el prevenir más casos de contagios, nos ha llevado a utilizarla para trabajar, estudiar o conversar con amigos. La hemos aprendido a utilizar y en ese proceso nos hemos reinventado. La nueva serie “Historias virales” retrata cómo es la nueva normalidad mediante las aplicaciones de videollamada y como estas se han convertido en el único nexo con las personas que amamos (y que odiamos también).
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En tres historias diferentes pero todas grabadas con un celular y en ‘soledad’, seis actores se visten de tres personajes diferentes cada uno. El resultado es una comedia con rasgos emotivos que nos harán salir un momento de la realidad. “Historias virales” fue dirigida por Juan Carlos Fisher, en su primera dirección para un formato web, y escrita por Carlos Carlín, quien debuta como escritor de ficción, en conjunto con Gabriel Iglesias.
Conversamos vía telefónica con los protagonistas de esta ficción sobre los retos que han tenido al actuar para una cámara de celular, ya que cada grabó por separado su escena y fue la magia de la edición que los hace lucir como si todos estuvieran juntos en una llamada por Zoom.
Carlos Carlín dijo a El Comercio que para él “ha sido divertido” escribir por primera vez una ficción, aunque actualmente se encuentra “nervioso” con cómo lo tomará el público. “Cuando empezamos a escribir las historias con Gabriel Iglesias no sabíamos a donde iban, nos íbamos planteando los capítulos según como venían. Lo que nos propusimos era que cada capítulo tuviera una ‘bomba’, y eso fue bien divertido y estresante, porque teníamos que conseguir un buen final para cada capítulo. La idea es contar historias para que la gente se identifique pero que a la vez tengan una dosis de optimismo”, añadió.
Por su parte, Iglesias también indicó que este proceso creativo fue divertido. “Lo más divertido para mí es que estas historias son coyunturales. Con Carlín hemos escrito tres universos distintos, actuados por los mismos actores que en realidad viven la misma pandemia, aunque tengan diferentes vidas, trabajos y familias. Son muy diferentes entre sí, pero todos viven la dificultad de juntarse y abrazarse. El público se sentirá parte de ellos”, comentó.
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar por separado? ¿Ha sido más sencillo o complicado?
Carlos Carlín: “Cada uno se ha grabado por separado, estrictamente por separado. Cada uno se ha grabado con sus teléfonos. Hemos actuado cada uno a nuestro teléfono. Y ha sido complicadísimo. Porque, primero, teníamos que caracterizarnos. Luego, cada actor hace de tres personajes diferentes y teníamos que buscar un espacio diferente para cada universo en nuestras casas”.
Gabriel Iglesias: “Es complicado sí, pero a mí me gusta mucho el trabajo a distancia. Tengo dos hijos, a los que tengo que ayudar hacer sus tareas y que juegan. Así que he tenido que pedirles silencio. Un set profesional tiene esas ventajas, es un espacio para trabajar, una casa no. Pero la familia nos ayuda, nos asiste”.
Wendy Ramos: “Ha sido bien raro. La sensación es que es más sencillo (grabar) porque no tienes que salir, no tienes que esperar tu turno en la grabación, pero no es así. Por un lado da la sensación qué es más fácil, pero por el otro lado, extrañas muchísimo al señor de las luces, a la maquilladora, a los vestuaristas, al que pone las luces, que era un trabajo arduo y desconocido para mí. No tenía ni idea dónde poner las luces, dónde me siento. Felizmente tenía al otro lado del teléfono a Mario Frías (director de arte) para guiarme. Ha sido bien raro. Yo he tenido la sensación que he estado jugando un juego divertido todo el tiempo”.
Rómulo Assereto: “La verdad ha sido super difícil. No porque grabáramos por separado, porque al final estamos ‘juntos’, todos en un mismo chat o en un mismo Zoom (durante los ensayos) sino cuando uno graba para la televisión o cine, hay un grupo de personas que se encargan de toda la parte técnica, que es un trabajo súper difícil, súper delicado. Y en esta ficción, el actor tiene que hacer todo eso, además de actuar. Es un poco más complicado y más estresante. Felizmente, todos somos amigos y eso lo hace más divertido”.
Jely Reátegui: “Ha sido raro. Es un formato nuevo en el que estamos emprendiendo debido a las circunstancias, tenemos que adaptarnos. Y en este caso también tenemos que hacer todo el lado técnico y actuar, que también es complicado porque no tienes al compañero o compañera al frente sino a través de la computadora. A veces ni siquiera la estás mirando, sino estás mirando la pantalla de tu celular que es por donde grabas. Es un poco más complicado y raro acostumbrarse. Además, debes estar atento a todo lo técnico, que el sonido entre bien, es raro pero también divertido”.
Gisela Ponce de León: “Siento que es más difícil actuar sin un receptor presente. En mi experiencia de teatro por Zoom la mayoría del tiempo estás viendo a tu interlocutor en la pantalla pero en este caso escuchamos a los compañeros y actuamos directamente a la cámara sin verlos. El lado bueno es que tu imaginación tiene que ir más adelante y tienes que servirte de la voz y la intención del compañero para imaginar cuál es su reacción en ese momento. Felizmente con el elenco nos tenemos confianza y admiración entre todos y es un placer ver cómo nuestra intuición resulta ser cierta”.
¿Crees que, dada la coyuntura, el formato de grabarse por separado de “Historias virales” se convertirá en el estándar?
Carlos Carlín: “Yo creo que es una posibilidad más, una oportunidad más, para que el público pueda acceder a otros tipos de contenido que puedan ver en su celular, en su tablet, porque, además, son de corta duración. Solo duran 10 minutos. Creo que es una excelente oportunidad, para existan otros proyectos similares con otros actores y directores puedan mostrar sus proyectos. Yo estoy muy contento con el resultado y agradecido con Juan Carlos Fisher por confiar en mí para escribir”.
Gabriel Iglesias: “No creo que las producciones audiovisuales cambien, pero sílas de teatro. Porque en las de teatro aún es muy difícil porque las personas deben estar reunidas. En cambio, las producciones audiovisuales forzarlas a un formato cuarentenero... creo que las historias no van por ahí, salvo que las historias se presenten. Creo que muchas ficciones audiovisuales están en espera justo por eso, no todas las historias se presentan y en las grabaciones también hay conglomeración de personas”.
Wendy Ramos: “Ya lo están haciendo. Ya hay series que han salido, algunas que aún no salen, también habido cortos. En todos los países, los actores lo están haciendo, somos como esas plantitas tercas que salen a través del cemento. Creo que todos estamos en las mismas, y creo que harán muchas series con el formato de Zoom porque es lo que más no ha tocado vivir a todos, sea para el trabajo o con la familia”.
Rómulo Assereto: “No lo sé, creo que está apareciendo una forma de contar historias, hacer teatro, televisión, cine que recién está empezando. Creo se le puede sacar provecho a la tecnología que tenemos a nuestro alcance y hacer cosas creativas. A mí me da muchas ganas de probar y sacarle provecho a todas estas posibilidades”.
Jely Reátegui: “No creo que reemplace al otro formato (teatro) por completo, siento que es un formato más, y que eventualmente si es que se podrá volver a actuar todos juntos o hacer teatro presencial, va a ser muy lindo y muy especial. Creo que una cosa no anula la otra. Es un formato que recién está empezando y que tiene mucho para seguir explorando. Sobre todo en este, porque el equipo es genial y estamos todos en la misma sintonía, aprendiendo a lidiar con aspectos que no habíamos hecho antes”.
Gisela Ponce de León: “Por ahora creo que sí y espero que sea así por un tiempo más para poder cuidarnos. Pero siempre estará en el fondo de nuestro corazón la esperanza de volver a estar juntos como antes”.
Ahora los actores son multitask, tiene que ver su propio maquillaje, vestuario, iluminación e incluso aprender a grabarse de una forma eficiente, ¿cómo ha sido para ti este proceso?
Carlos Carlín: “Yo soy muy malo para las grabaciones, soy muy torpe, se me caen las cosas, me enredo con los cables. Bueno, he tenido que aprender sobre la marcha, comprarme mi aro y escuchar consejos; y eso me ha ayudado mucho”.
Gabriel Iglesias: “No ha sido sencillo. Cuando haces este tipo de grabaciones tienes que pagar una pequeña factura porque tienes que grabar con cosas que tienes en casa, las personas que nos ven saben que ha sido así y son más comprensibles. Vivimos una nueva normalidad, queramos o no, y todo va a cambiar. Nos estamos adaptando, y con nosotros, las ficciones. Nos asesoran a distancia, el encuadre, la dirección, etc. Todo a distancia”.
Wendy Ramos: “El maquillarme fue complicado. Cuando haces teatro, te enseñan a maquillarte de forma básica, y normal porque las personas están lejos, entonces no te ven. Pero ahora, será diferente y yo nunca me maquillo, no tengo muchas cosas así que he usado lo que tenía y espero haberlo hecho bien. Otra cosa, fueron las luces, la serie me ha servido mucho para aprender y para mi taller (de comunicación digital). No es solo poner el aro de luz y prenderlo, tiene otra lógica. Hay mil cosas que no se ven, cuando ves una serie realmente no ves todo lo que hay al rededor de esa grabación”.
Rómulo Assereto: “Ha sido un proceso difícil para mí, pero por suerte el equipo de “Historias virales” es un equipo de lujo. Tenemos a Alfonso Casabonne que nos asesora con toda la parte técnica y Mario Frías que nos asesora en dirección de arte”.
Jely Reátigui: “Es una nueva oportunidad para explorar actividades que no hacíamos, y eso es bueno y positivo. Sin embargo, también he renegado por mil factores. Tengo mascotas en casa que se meten al encuadre o que te hacen bulla, entonces en algún momento sí te abrumas, porque tienes que estar atenta a tu escena y todo lo que pase al rededor. Nada muy grave. Antes de dedicarme por completo a la actuación, estudié Comunicación audiovisual en la Universidad de Lima. Algo que agradezco es haber tenido ese conocimiento, y recordar un poco de mis épocas universitarias en las que tenía que hacer todo”.
Gisela Ponce de León: “Muy difícil. Yo me llevo un poco mal con la tecnología a pesar de mi adicción al teléfono. Así que ahora lidiar con cables iluminación, baterías que no pueden descargarse y mover la casa como si fuera un estudio es complicado. Pero! Te regresa un poco al origen de cuando uno comenzaba a actuar o a aprender a actuar y tenías que saber gestionar por ti mismo todo. Eso es bonito, sentirse autosuficiente, más dueño de tu creación”.
BENEFICIO PARA SUSCRIPTORES
Los suscriptores de El Comercio, ya sea de la versión impresa o digital del Diario, podrán ver Historias virales un día antes de cada estreno. Es decir, cada jueves a partir del 13 de agosto. Los ocho episodios se estrenarán todos los viernes desde el 14 del mismo mes. Infórmese más sobre las suscripciones aquí.
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