Durante los primeros meses, los bebés suelen llorar para manifestar sus necesidades ya sea porque tienen hambre, el pañal está mojado, se sienten cansados o les incomoda algo.
Sin embargo, el llanto también es un buen mecanismo para los bebés ya que les ayuda a liberar tensiones. Además, si siente una emoción fuerte, probablemente llore pues con eso podrá ahuyentar las miradas, sonidos y otras sensaciones.
¿Cómo identificar el llanto?
Aunque los llantos de los niños se parezcan entre sí, lo cierto es que cada llanto expresa una emoción diferente. Esto varía dependiendo de lo que sientan ya que el llanto de la tristeza no será el mismo que el del enojo.
A medida que crezca el llanto será más fuerte, alto e insistente. Por eso, es importante que durante los primeros meses respondas ante los llantos del bebé ya que al auxiliarlo terminará llorando menos.
Si quieres aprender a identificar las emociones de tu bebé, puedes leer más en esta nota.
¿Por qué llora un bebé?
Normalmente, debido a que al bebé aún le cuesta comunicarse, el llanto es parte de la comunicación no verbal. Por eso, es importante que los padres o el cuidador puedan identificar el motivo del llanto para saber cómo actuar ante la reacción. La Academia Americana de Pediatría señala dos razones:
- Las necesidades básicas. Averigua cuál es la necesidad más importante que está presentando. Por ejemplo, si el bebé tiene frío, hambre y tiene el pañal mojado, empieza por abrigarlo, cambiarle el pañal y luego darle de comer.
- La incomodidad. Normalmente el niño llora por hambre o por el pañal sucio, pero también puede pasar que se moleste por algún objeto que le esté incomodando como un pedazo de tela o su mano choca con algo.
Sin embargo, si a pesar de eso el bebé sigue llorando, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda estas técnicas para tranquilizarlo:
- Muévelo de un lado a otro suavemente.
- Sé amable con el bebé y acaríciale la cabeza o dale palmaditas en la espalda o pecho.
- Abrígalo o envuélvelo con una ropa o manta delgada.
- Háblale o cántale.
- Hazle escuchar una música suave.
- Camina con tu bebé.
- Sácalo a pasear en carro, solo asegúrate de colocarle bien el asiento de seguridad de niños.
- El ruido y la vibración rítmica calma al niño.
- Asegúrate de que no sean gases.
- Dale baños tibios.