Ser padres no nos exenta de errores y quienes más lo sufren son nuestros hijos. Pese a que pueden ser errores pequeños, y hasta comunes, es preferible evitarlos para lograr que, en este caso los bebés, se desarrollen de manera natural, así como para no perjudicar su aprendizaje cognitivo.
Si es que eres primerizo o no cuentas con la experiencia para brindarle estímulos físicos y mentales a tu retoño de forma correcta, desde Hogar&Familia te presentamos qué cosas evitar hacer a la hora de realizarle trabajos de estimulación temprana a un bebé.
Recuerda que una estimulación bien realizada ayuda a un pequeño de forma positiva para hablar, gatear o mejorar su motricidad.
Errores que debes evitar en la estimulación temprana
Forzar a tu bebé
Muchos padres están impacientes por ver a sus bebés dar sus primeros pasos o gatear. Leen guías sobre cómo estimular a sus hijos para que den esos primeros pasos y cómo hacerlo correctamente, pero se olvidan de lo más importante: esperar a que el bebé esté listo.
Expertos aconsejan tener paciencia y esperar a que el bebé esté preparado para lograr hacer algunas actividades, de lo contrario, solo lograrán frustrarlo. O inclusive peor, ya que se puede llegar a pensar erróneamente que la criatura padece de algún problema motor, cuando solo necesita tiempo.
No sobreestimule
No es necesario crear una gran variedad de actividades para nuestro bebé, como cajas sensoriales, ejercicios de inteligencia, actividades para mejorar su percepción espacial, motriz o de agarre. Recuerda que solo tiene meses de vida y no hay porqué presionarlo constantemente con pruebas para que adquiera nuevas habilidades. Basta con realizar algunos juegos de estimulación durante unos minutos, sin agobiarlo, respetando sus ritmos y haciéndolo a través de juegos divertidos.
No es una obligación
Asignar tareas al bebé desde las primeras etapas no es efectivo y puede ser un error, ya que el bebé puede acabar rechazando esos momentos del día. La estimulación debe realizarse siempre a través del juego, en momentos en los que nuestro hijo esté receptivo, tranquilo y sin sueño o hambre. Nunca se debe hacer de forma rutinaria, en el mismo lugar y a la misma hora todos los días.
No compares a tu bebé con otros
Ver al lado a veces puede generar incertidumbre en padres, ya que el hijo de un vecino o amigo ya está realizando actividades que mi hijo no puede. Por tal motivo, es importante precisar que cada niño es un mundo distinto y aparte. Recuerda siempre respetar el desarrollo del niño y conocer sus límites. De lo contrario podemos provocar un efecto rebote y bloquear el aprendizaje de la escritura u otro idioma.
No tener paciencia ni calma
Lamentablemente, puede ser común que un padre o una madre, ya sea por un mal día laboral o estrés acumulado, reaccione de manera hostil ante una actividad que el bebé no pueda realizar, ya sea por no sostener correctamente la cuchara o pronunciar una palabra de manera precisa. Algunos padres llegan incluso a etiquetar al bebé como “torpe”. Es fundamental nunca recurrir a la agresividad o malos modos, ya que esto va en contra de la idea de estimular al bebé.