La llegada del primer bebé es todo un universo desconocido. Cada gesto o reacción es un acertijo. En un principio algunas situaciones pueden causarnos cierta preocupación, no obstante, conforme se desarrolla la crianza vamos tomando mayor conocimiento de lo que ocurre en su pequeño mundo y su por qué.
Los sobresaltos, por ejemplo, son una de las reacciones que más llama la atención durante los primeros meses de vida de un infante. Anteriormente, las abuelas lo asociaban con alguna especie de susto o a causa de haber llorado por varias horas. Aunque estas teorías tienen algo de razón, existe una explicación científica que va más allá.
¿Por qué sucede?
El sobresalto en los bebés ocurre por causa del “reflejo del moro” y ocurre como respuesta ante la sensación de desprotección que siente el pequeño una vez que ha abandonado el útero de su madre.
Antes de su nacimiento, permanece resguardado en el interior de la bolsa amniótica, que mantiene su calor y se va adaptando a su cuerpo conforme van pasando los meses de la gestación. Por ello, le ofrece la garantía de que se mantendrá a salvo.
No obstante, cuando abandona este espacio, se enfrenta a una serie de ambientes y estímulos que son totalmente desconocidos para él, más aún cuando permanece lejos del cuerpo de su madre o de cualquier espacio que le ofrezca seguridad.
¿Hasta que edad los bebés sobresaltan?
Usualmente el bebé emite el reflejo del moro (o también conocido como “reflejo de sobresalto”), durante los cuatro primeros meses, que es el tiempo promedio que le toma adaptarse a su nuevo entorno. Esto se da principalmente cuando siente que no se encuentra seguro.
¿Los sobresaltos son normales en los bebés?
Esto se convierte en una gran interrogante para los padres, sobre todo cuando los episodios se vuelven repetitivos. No obstante es importante precisar que es completamente normal y que irán disminuyendo conforme van pasando los meses. No obstante, si tienes dudas es posible que consultes con tu pediatra de confianza para que pueda orientarte mejor.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé?
Una forma de disminuir estos episodios es brindándole seguridad a tu pequeño, abrigándolo correctamente, albergándolo en un espacio seguro, tranquilo y libre de ruidos, evitar acostarlo en una cuna de gran tamaño. Pero sobre todo, hay un método que no te va a fallar en lo absoluto y es arroparlo entre tus brazos. La conexión entre la madre y el bebé lo ayudará a sentirse a salvo y cómodo.