El reflujo es muy común en los bebés, en especial en los primeros tres meses de vida. Esto sucede porque el músculo llamado esfínter esofágico inferior no ha madurado lo suficiente para que contenga el alimento en el estómago.
De acuerdo a los especialistas, cerca de la mitad de los recién nacidos devuelven la leche varias veces al día y, si no se trata, puede llegar a complicarse hasta convertirse en un reflujo gastroesofágico (ERGE), el cual es más grave y duradero.
¿Cuáles son los síntomas?
Si bien es cierto, será un poco más complicado identificar qué le pasa al bebé, ya que no puede hablar, pero hay algunas conductas que pueden servir como guía, por ejemplo, si se quita el biberón y se lo pone a cada rato o si hace tomas cortas de leche. A continuación, más puntos:
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- Devuelve la leche varias veces al día.
- Tiene la lengua blanca y babea.
- Arquea de la espalda: el bebé tira la cabeza para atrás cuando está comiendo o después. También suelen ponerse muy tiesos o tensos
- Cólicos: en estos casos, el llanto puede ser una alerta de los cólicos que está sufriendo el infante.
- Tos.
- Problemas o incomodidad para comer
- Irritabilidad, especialmente después de comer
- Pérdida de peso.
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¿Qué se puede hacer en estos casos?
Es muy probable que el médico recomiende medicinas, pero a la par se pueden seguir otras indicaciones como administrarle alimentos en cantidades pequeñas, acostarlo en posición vertical después de sus comidas y evitar hacer presión en su estómago.