Pese a que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, la Asociación Americana de Pediatría (AAP) precisa que, entre los 12 y 15 meses de edad, un infante ya debería empezar a decir sus primeras palabras (inconexas y monosilábicas), mientras que, a los 2 años de edad, ya tendría que formular, al menos, oraciones básicas. Si hasta ese entonces un menor no ha dicho palabra alguna, expertos recomiendan acudir con un especialista para descartar cualquier problemática que pueda presentar. “No hay que esperar a que la criatura tenga 2 años para recién buscar ayuda profesional”, dijo Liliana Escaró, psicóloga-psicoterapeuta del Centro de Evaluación y Terapia Skinner.
Para ello, los padres deben estar pendientes al desarrollo de sus hijos en todas sus etapas. De lo contrario, una reacción tardía, puede conllevar a que los menores sufran mayores consecuencias de un problema que no aparentaba ser grave.
“Al no poder expresarse como corresponde a su edad, el niño va a estar retraído ante su entorno o niños de su misma edad, esto puede causarle problemas sociales porque van a sentirse tímidos y dependientes de otra persona porque nadie los va a entender por no saber comunicarse”, precisó la profesional de la salud mental a Hogar&Familia.
Cosas que los padres no deben hacer
Hablarles y conversarles a los niños es fundamental para su desarrollo. En los primeros años de vida, ellos se encuentran en una etapa en la que copian e imitan todo lo que oyen o escuchan, por tal motivo, si uno los estimula, van a querer imitar esas acciones. “Es muy importante leerles cuentos, hablarles mirándoles a los ojos, ponerles énfasis en lo que están hablando”, indicó la doctora.
Pero, sobre todo, se debe evitar hablarles “como bebitos”. “Aunque sean bebés, se les debe hablar con la palabra adecuada para que ellos aprendan bien, así se pueden evitar trastornos de lenguaje que se presentan posteriormente”, manifestó Escaró.
“No hablarles como bebitos, con diminutivos o palabras creadas. Sino decirles, por ejemplo, ‘tráeme la botella que está en la mesa’. Hablarles con propiedad y no usar ‘eso’, ‘esto’, ‘la de ahí’: ‘dame eso que está acá’. Nada de eso, es un grave error”, sostuvo.
“Los padres solemos conversar así con nuestros hijos por parecernos una forma tierna de comunicarnos, pero está mal. Lo correcto es hablarle con propiedad desde siempre para desarrollar su vocabulario”, agregó la especialista.
¿Por qué mi hijo no habla?
A continuación, te presentamos las posibles razones por las que tu niño o niña pueden demorar en empezar a hablar:
Falta de estimulación
Los padres no les hablan o los dejan solos, ya sea jugando o viendo vídeos, gran parte del día. “Además, que les adivinan todo, por lo que el niño no tiene necesidad de hablar, de comunicarse, porque señala algo y ya le dan lo que quiere”, explicó la doctora.
Discriminación auditiva
Es cuando no pueden discriminar sonidos y demoran en entender palabras, por lo que les es difícil aprender a hablar. “No es sordera, sino que confunden los sonidos y no los pueden diferenciar. Por ejemplo, un niñito que ya habla igual puede confundir las letras, tú le dices con la B ‘bonito’, pero ellos escuchan ‘monito’”, comentó.
Retraso madurativo
Algunos niños pueden experimentar un retraso en su desarrollo, lo que puede incluir el habla y el lenguaje. “Esto no es algún tipo de retraso mental, sino falta de madurez. Los niños se demoran porque aún no se sienten listos y después llegan a hablar con el tiempo”, señaló.
Falta de habilidad motora
La falta de habilidad motora en los órganos fonoarticulatorios, que son los labios, lengua, diente, que trabajan en conjunto para realizar todo el movimiento para que un niño puedo hablar. “Cuando un infante no puede hablar, tienen estos órganos más rígidos, por lo que necesitan ejercicios orofaciales y lo que diagnostique un especialista”, dijo.
Problemas de salud subyacentes
Algunas condiciones médicas, como trastornos del desarrollo, trastornos del espectro autista o problemas neurológicos, pueden estar asociadas con un retraso en el habla.
¿Cómo ayudar a mi hijo para que empiece a hablar?
La terapia es el primer paso ante cualquier motivo por el cual tu hijo aún no habla. De acuerdo a Escaró, cuando los padres acudan con su pequeño a un especialista, lo primero que hará este, y lo que es más importante, será revisar si el niño comprende o no lo que le dicen, de ahí parte para ver qué clase de tratamiento es el adecuado para él.
“Si es que el niño comprende o da señales de que entiende lo que dice, es una buena indicación porque quiere decir que el cerebro responde y que va a hablar en cuestión de tiempo y gracias a las terapias”, argumentó la doctora.
Luego que el profesional asigne que clase de terapia le corresponde a la criatura, los padres o apoderados deberán hacer su parte en el hogar. Para lograrlo, ellos tienen que también estar atentos a los ejercicios que los niños hacen en las terapias para luego repetirlos.
“Los adultos deben practicar con los pequeños estos ejercicios en su casa. Normalmente, les piden a los niños repetir los sonidos de los animales, le ponen una imagen y les piden que hagan como la vaca, como el perro, el gato, esto los ayuda bastante”, comentó la experta en salud mental.
Es importante destacar que cada terapia se adapta a las necesidades individuales del niño y es recomendable trabajar en estrecha colaboración con los profesionales especializados para determinar el enfoque más adecuado. Un terapeuta del habla y lenguaje o un especialista en desarrollo infantil pueden brindar orientación y recomendaciones específicas para cada caso.
“Si los padres están atentos a las terapias, ellos mismos pueden seguir ejercitando en casa, haciéndoles los masajes, siempre conversando con ellos, contándoles cuentos, cantarles. Incluso, los mismos terapeutas les van a dar una asesoría”, acotó.