La Internet trae múltiples beneficios y facilidades a la vida, sobre todo a la de los estudiantes, pues les permite investigar, aprender, trabajar y comunicarse con mayor rapidez. Sin embargo, según el Child Mind Institute, pasar mucho tiempo en línea puede llegar a representar un problema cuando empieza a interferir en la capacidad de un niño o adolescente de tener una vida normal.
“La ‘adicción’ a Internet se refiere a un comportamiento compulsivo y descontrolado en el uso de la tecnología y dispositivos conectados a la red, lo cual interfiere negativamente en la vida diaria de la persona que ya no se desempeña en sus actividades con normalidad. Lamentable, esto se ha incrementado a partir de la pandemia, junto con la adicción a los video juegos, a las redes sociales e incluso a la pornografía”, indica la Lic. Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de Clínica Internacional.
Según el informe técnico ‘Estado de la Niñez y Adolescencia’, elaborado con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), el 75,4% de las niñas, niños y adolescentes entre 6 y 17 años de edad a nivel nacional utilizó el servicio de Internet. Cabe mencionar que la cifra va aumentando continuamente cada año, por lo que es importante destacar tanto su utilidad como los riesgos del mismo.
“La adicción a Internet es cada vez más común en niños y adolescentes debido a la creciente presencia de la tecnología en sus vidas. Se observa con mayor frecuencia en la adolescencia, no obstante, actualmente lo estamos viendo incluso en niños de 9 años aproximadamente”, señala la Lic. Tuñoque.
Es importante precisar que el término ‘adicción’ como tal no aplica al uso del Internet, pues este hace referencia a los hábitos dañinos para el cerebro de una persona. Sin embargo, se trata de una problemática que puede afectar la vida diaria de niños y adolescentes, por lo que el uso del término se popularizó en los últimos años.
¿Por qué se genera la ‘adicción’ al internet?
La Mag. Sheyla Iglesias, psicóloga de SANNA Clínica El Golf, explica que los cambios de la adolescencia también pueden llegar con múltiples problemáticas. “Puede deberse a problemas de la salud mental, como ansiedad o estrés, además de la necesidad de la inmediatez que da la satisfacción al utilizar la redes sociales”, agrega.
Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, recalca que tanto el niño como el adolescente, aún no cuentan con la madurez emocional suficiente para controlar sus emociones. Por ello, en ambos se facilita la gratificación inmediata. “Quieren obtener impacientemente el sentimiento de gratificación. Para ellos, esa satisfacción se encuentra en el Internet, los videojuegos o demás dispositivos”, añade.
Por otro lado, esta problemática también puede originarse debido a problemas de índole familiar. “En algunos hogares, como mamá y papá no tienen el tiempo suficiente para escuchar activamente a sus hijos, ellos prefieren utilizar el celular o la computadora y coexistir en aquel mundo virtual, no en la realidad”, enfatiza la Mag. Iglesias.
Asimismo, el origen de la obsesión por la Internet puede deberse a ciertos hábitos de los padres hacia los hijos. Por ejemplo, mientras más temprano el niño sea estimulado con tablets o celulares, se volverá más propenso a encancharse con estos aparatos, de acuerdo con Galli.
“También es común que los niños sientan dependencia hacia el Internet cuando no tienen con quién jugar, pues tal vez la diferencia de edad con sus hermanos o primos es muy alta. Como consecuencia, el Internet o el videojuego cumple esa función de reemplazo”, comenta Galli.
¿Cómo identificar un caso de ‘adicción’ a Internet en mi hijo?
Existe una diferencia entre el uso de Internet para las tareas diarias y una necesidad compulsiva de estar conectado a lo largo del día. Para lograr identificarla, es fundamental tener en cuenta ciertos factores. Primero, en palabras de la Mag. Iglesias, los jóvenes suelen ver al Internet como un escape, por lo que prefieren ignorar sus actividades cotidianas para continuar conectados en la web. “Esta obsesión hace que ignoren las salidas familiares, las actividades recreativas, asearse y el disfrute de la vida en sí”, especificó.
Luego, la experta también resaltó que los signos se pueden notar al momento de ponerle límites al niño o adolescente en relación al uso de Internet. Lo común en los hogares es que los chicos cuenten con un horario para acceder a la computadora. Si al finalizar este horario el joven presenta conductas de rechazo o exigencia hacia sus padres e ignora las normas del hogar, es probable que el problema se esté aseverando.
“Si le digo a mi hijo que ya terminó el horario y él insiste, es una señal de que se está generando un enganche de adicción y un apego extremo a las redes”, advierte Iglesias.
“Es importante prestar atención a señales como la pérdida de interés en actividades sociales, descuido en las responsabilidades escolares o familiares, irritabilidad cuando se limita el acceso al internet, y la necesidad de pasar cada vez más tiempo en línea para sentirse satisfecho. Esos son indicios de una posible adicción”, concluye Tuñoque.
Luego de recibir el diagnóstico de ‘adicción’ a Internet, ¿qué tratamientos se pueden realizar?
La Lic. Tuñoque hizo énfasis en que el tipo de tratamiento y la duración del mismo puede variar según cada caso. No obstante, se puede observar una mejora significativa en un período de varios meses a un año, dependiendo de la dedicación del paciente y su entorno de apoyo.
“El tratamiento de la ‘adicción’ a Internet implica terapia psicológica, apoyo familiar y establecimiento de límites en el uso de la tecnología. Se requiere un abordaje multidisciplinario, con un psicólogo, la familia y un psiquiatra en los casos que se requiera medicación”, destaca.
En relación al entorno, será imprescindible que las personas que pertenezcan al entorno del paciente logren fomentar actividades y rutinas saludables para él o ella. Por ejemplo, animarlo a practicar algún deporte, hacer baile, componer música u otras actividades positivas para su desarrollo.
¿Cómo prevenir la ‘adicción’ a Internet en los niños y adolescentes?
Iglesias resalta la importancia de entender que la ‘adicción’ al internet no es un hábito que va a pasar con el tiempo, sino que es un problema real y está relacionado con la salud mental. “Los chicos deben empoderar su autoestima, autoconocimiento y autoconfianza para no sentir la necesidad de refugiarse en juegos donde son alguien más, pues no es un mundo de verdad”, resalta.
De la misma manera, recalca la importancia de pasar tiempo en familia y amigos, realizando actividades donde no se necesite la conexión a Internet. Durante estos momentos de calidad entre padres e hijos, también será vital poner en práctica la paciencia, la escucha activa y el cumplimiento de promesas. “Como padres, siempre debemos preguntarnos ¿qué memorias le voy a dejar a mi hijo para que recuerde la infancia que vivió conmigo?”, sostiene.
Para concluir, Tuñoque hace mención del control y los límites que deben existir en relación al uso de internet, sobre todo para los niños y los adolescentes. “Como padres es importante dar el ejemplo a nuestros hijos en el uso de la tecnología, y colocarnos límites, como no utilizar celulares en el almuerzo o en el tiempo para nuestros niños”, finaliza.
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