Para muchos niños, el regreso a las aulas es sinónimo de emoción debido al reencuentro con el grupo de amigos y las ganas de aprender de nuevos maestros. Sin embargo, para otros, el inicio de una etapa nueva y desconocida puede generar sentimientos de ansiedad, los cuales no siempre son sencillos de controlar, tanto para los hijos como para los padres, pues ambos pueden sufrir de problemas de separación.
“La primera semana siempre es de adaptación, porque los niños salen de una rutina más relajada y de estar mucho más tiempo con sus padres y familia. Es normal que algunos tengan miedo de ingresar a la escuela. Muchas veces, la ansiedad surge por el temor a lo desconocido”, sostiene Lady Justo, coordinadora de educación inicial en Innova Schools.
El Mag. Héctor Lazo, psicólogo de la Clínica SANNA San Borja, señala que muchos niños se niegan a ingresar a la escuela o lo terminan haciendo a la fuerza, puesto que creen que están siendo abandonados por sus padres. “Es común que empiezen a llorar, orinarse en en su sitio, hacer pataletas, entre otras actitudes extremistas. Para los niños, el paso a lo desconocido los expulsa de su zona de comfort y les transmite inseguridad en un espacio en el que jamás han estado”, añade.
¿Cómo sé si mi hijo tiene ansiedad por el inicio de clases?
De acuerdo con Lady Justo, las señales son muy particulares y fáciles de identificar. Para lograrlo es necesario saber diferenciar los nervios de la ansiedad. “Hay algunos niños que sollozan por un momento, pero luego logran desapegarse de sus padres para ingresar al aula. Sin embargo, la ansiedad real se encuentra en aquellos que no son capaces de tener un espacio, sin importarlo pequeño que sea, de separación con sus papás. Cabe mencionar que esto es más frecuente en niños de hasta 8 años de edad”, especifica.
La experta indica que es fundamental prestar atención a cómo el niño o niña reacciona a ciertos estímulos. “Por ejemplo, cuando papá o mamá abren la puerta del auto para que baje, se puede observar que el pequeño quiere permanecer en el carro a toda costa, lo que puede generar gritos, pataletas o llanto incontrolable”, enfatiza.
“Si pasa la segunda semana de clases y estos comportamientos continúan, será necesario que los padres y maestros se unan para analizar la situación y observar si algún factor fue pasado por alto. Luego, será esencial elaborar un plan en conjunto para definir cómo apoyarán al pequeño progresivamente. Recuerden que hay procesos de adaptación más complejos que otros, por lo que cada niño debe ser abordado desde una mirada distinta”, destaca Justo.
“Si las semanas siguen pasando y el problema persiste, será vital que el niño asista a una sesión con un profesional de la salud mental para que logre controlar su estado emocional. En el caso de los estudiantes de secundaria, los padres y maestros deben enforcarse en analizar las posibilidades de que se esté dando un caso de bullying o cualquier tipo de rechazo hacia el joven”, refuerza Lazo.
¿Cómo combatir la ansiedad por el inicio de clases?
La especialista de Innova Schools afirma que el primer paso es tratar de mantener la calma. “El adulto que acompañe al niño a su primer día, ya sea mamá, papá o el hermano/a mayor, tiene que estar tranquilo. Deben tener presente que el niño percibe y aboserbe las emociones del entorno, por lo que estar relajados es fundamental”, resalta.
A continuación, si los padres observan que el niño muestra señales de ansiedad antes de ingresar al aula, deben recordarle nuevamente a dónde están yendo y con quiénes se verán en el salón. “Es de mucha utilidad explicarle con quién estará, hablar sobre su maestra y sus amigos”, asiente. Del mismo modo, la experta enumera los siguientes consejos:
- Establecer rutinas: Ayudarlos a acostumbrarse al cambio de rutina puede ser más fácil si se les establece algunos horarios en casa. Se pueden fijar horas regulares para las comidas, el tiempo de ver televisión y el descanso. Una rutina bien estructurada les ayudará a reducir la ansiedad pues les proporciona un marco estable en medio del cambio.
- Acompañarlo la primera semana: La especialista en educación inicial recomienda que al menos un padre de familia esté presente al momento de dejar a sus hijos en las aulas, durante la primera semana de clases. “La despedida debe ser con alegría. Los niños aprenden por imitación, así que es importante que los adultos en sus vidas les muestren alegría y tranquilidad por estos primeros días”, acota.
- No prolongar las despedidas: En el caso de los más pequeños, Lady Justo también recomienda no prolongar las despedidas. Estas deben ser cortas, pero alegres y reafirmantes. Los padres pueden mencionar a sus hijos cuándo los vendrán a recoger o si vendrá una movilidad para darles seguridad y que sepan que la separación no será muy extensa. “Podemos usar frases como ‘tus maestras te cuidarán con cariño’ o ‘vendré a la hora de salida a recogerte’. Siempre hay que usar un lenguaje positivo y evitar comentarios como ‘no llores que me pongo triste’ o ‘así no se comportan los niños, mira a los demás’”, asegura.
- Siempre validar las emociones sin minimizar: Es fundamental reconocer y validar las emociones de los niños porque es la manera en la que ellos manifiestan sus más grandes preocupaciones. Si se sienten escuchados y entendidos podrán expresarse de manera más libre, y la comunicación entre padres e hijos es sumamente importante para garantizar su bienestar emocional y un buen desempeño académico.
- Conversar sobre el tema abiertamente: Previo al inicio de clases, es importante mantener una comunicación abierta sobre este proceso y las posibles preocupaciones que puedan tener sus hijos. Escucharlos atentamente y validar sus emociones les proporcionará un apoyo emocional necesario. “Hay que dedicar un tiempo para hablar con ellos sobre sus expectativas y miedos. Permitirles expresarse les traerá mucha tranquilidad”, expresa.
- Conocer e involucrarse en la escuela: Una acción fundamental para que los padres de familia se conviertan en el soporte que los niños necesitan es conocer la escuela, el aula y las maestras que acompañan a sus hijos. Estar involucrado en el ambiente en el que crece y aprende su pequeño le brindará más confianza. Además, es importante mantener una comunicación constante con las y los maestros, como comunicar las rutinas o cambios presentados en la familia para que lo tengan en cuenta y mejorar la convivencia.
Como recomendación, el Mag. Lazo comenta que también puede servir aprovechar los puntos a favor de la escuela y sus beneficios. “Pueden mencionar las canchas deportivas, la biblioteca y los salones de baile para que los niños sientan que se van a divertir ahí”, mencionó.
¿Cómo pueden apoyar los maestros al combatir la ansiedad por el inicio de clases?
A nivel de los docentes, el Mag. Lazo aconsejó que, durante la temporada del regreso a clases, los maestros aprovechen para realizar dinámicas y juegos de integración entre los niños, tanto como para conocerse entre ellos como para interactuar con los maestros. “Pueden cantar una canción todos juntos o bailar alguna coreografría para generar mayor confianza entre ellos”, agrega.
En relación a ello, Justo hizo hincapié en la importancia de que los maestros sean capaces de neutralizar las emociones de sus alumnos mediante técnicas de respiración y relajación. Por ejemplo, la experta mencionó que suele ser de mucha utilidad mostrarle a los niños el cronograma del día para que observen la hora designada a la llegada de sus papás para recogerlo.
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