Desde 1995, gracias a la iniciativa de la UNESCO, cada 23 de abril se festeja el Día Internacional del Libro. Esta celebración es ideal para recalcar cómo la lectura permite, a los niños y jóvenes, soñar, viajar y descubrir. Por ello, con el objetivo de generar un acercamiento temprano a los libros, compartiremos ciertos factores que los padres deben tomar en cuenta para introducir a sus hijos al maravilloso mundo de la literatura.
En vísperas de esta fecha tan especial, en Hogar&Familia, conversamos con Romina Silman, Gerente de Marketing y Comunicaciones de la Editorial Planeta, quien nos compartió algunas iniciativas que pueden ser útiles al momento de incentivar a nuestros hijos a adentrarse en la lectura. “Lo que hace que un niño se convierta en un lector es que nosotros podamos convivir con el libro en nuestras casas. Como adultos, debemos acompañarlos en esta experiencia”, estableció.
Permitir que el niño lea lo que le gusta
Según la especialista, un niño que está iniciándose en la lectura debe ser libre de elegir el título que quiere leer. Asimismo, recomienda que sean llevados al espacio, como una librería o una feria del libro, y que ellos mismos puedan revisar las opciones que tienen y seleccionar una presencialmente. De esta manera, podrán convivir directamente con los libros. “Leer lo que te gusta está bien”, añadió Silman.
En esa línea, Romina Silman agregó que, si desde el lugar del papá o la mamá, desean ayudar o dar un ‘empujoncito’, pueden tomar en cuenta los intereses del niño o niña y seleccionar un título que se aproxime a sus afinidades. “Por ejemplo, mi hijo es aficionado del fútbol, entonces le di “Rebelión en la cuadra” de Hernán Garrido Lecca. Mi otro hijo es un poco más manual y experimental, entonces, en la Feria Internacional del Libro, escogimos juntos “Destroza este diario” de Keri Smith. Podemos recomendarles opciones que sabemos que les van a generar interés”, indicó.
“Es fundamental respetar lo que el niño opine. Si somos cerrados ante sus opiniones o sus gustos, solo lograremos que se aleje del libro. Lo principal es saber validar su opinión y observar cómo se identifican con cada tema. En muchos casos, el niño busca la aprobación del papá o la mamá. Por eso, es muy importante que sienta la confianza de elegir lo que le gusta”, afirmó.
Encontrar espacios de lectura en casa
Desde que los niños son pequeños, los padres pueden empezar a buscar espacios en su día a día para compartir relatos con ellos. Por ejemplo, pueden asistir a sesiones de cuentacuentos o, antes de dormir, leer juntos alguna historia, siempre haciéndola más divertida con gesticulaciones y pequeñas actuaciones.
Al crecer, puede complicarse un poco encontrar estos momentos. No obstante, cuando un lector crece, busca intercambiar opiniones. Con ese objetivo, pueden motivar a los adolescentes de la casa a unirse a algún club de lectura. También, una idea que puede funcionar es realizar una sesión literaria grupal familiar.
“La casa es vital para los intercambios de ideas. En el hogar, pueden coordinar y leer el mismo libro entre toda la familia. Así, podrán analizar un libro desde distintas perspectivas. Por ejemplo, ‘Alicia en el País de las Maravillas’ es un relato que puede ser leído por personas de todas las edades y cada una le va a encontrar un significado distinto”, enfatizó Silman.
El libro como espejo de uno mismo
Para Romina Silman, en nombre de la Editorial Planeta, la lectura tiene dos funciones. En primer lugar, es una especie de ‘espejo’ para las personas. “Tú puedes encontrar verdades nuevas sobre ti en un libro. A veces, el autor pone palabras que ni a ti mismo se te hubieran ocurrido, pero con las cuales te sientes identificado”, comentó.
En segundo lugar, la lectura permite conocer nuevas perspectivas. “Es algo importante para los niños, pues es esencial que puedan conocer realidades que no viven y culturas diferentes. Los seres humanos no podemos conocerlo todo, pero sí podemos intentarlo a través de la lectura”, resaltó la gestora cultural.
Para concluir, la promotora de la lectura hizo hincapié en que ‘leer’ es un verbo que tiene un significado enorme. “Un lector no debe solo ‘leer’. Adentrarse en un libro es mucho más que eso, pues nos permite vivir, aprender, transformarnos y enamorarnos. A través de cada relato, los niños y los jóvenes conocen el planeta. De este modo, al adentrarse en él, podrán aprender a amarlo, defenderlo y protegerlo”, finalizó.