En un mundo donde la crianza de los hijos presenta constantes desafíos y oportunidades, los juguetes se revelan como poderosas herramientas para el desarrollo integral de los más pequeños. Atrás quedaron los días en que los juguetes eran meros objetos de entretenimiento; hoy en día, son reconocidos por sus contribuciones significativas al bienestar físico y psicológico de los niños. Desde bloques de construcción que fomentan habilidades espaciales y motoras hasta juegos de rol que impulsan la empatía y la resolución de conflictos, estos objetos de juego son esenciales para cultivar mentes jóvenes y saludables.
Según el Mag. Héctor Lazo, psicólogo de SANNA Clínica El Golf, el juego es una de las actividades imprescindibles en la infancia. “Si bien, en algunos años, se llegó a pensar que el juego era ‘una pérdida de tiempo’, posteriormente pasó a ser uno de los recursos más efectivos para el proceso de desarrollo y aprendizaje”, enfatizó.
“Es fundamental que los niños jueguen desde pequeños, puesto que, a través de estas actividades, mejoran habilidades que son determinantes para su formación. Sobre todo, fortalece su creatividad e imaginación”, estableció el psicólogo.
Del mismo modo, Tamara Muñóz, Directora creativa de Juguetería en Casaideas, señaló que, como se mencionó previamente, uno de los derechos fundamentales del niño es el derecho al juego. Por ende, los padres o cuidadores deben integrarse y compartir con los más pequeños a través de este medio. “Además de brindar múltiples beneficios motrices, también les permitirá comunicarse mejor entre ellos”, agregó.
¿Cómo los juguetes ayudan al desarrollo?
De acuerdo con la experta de Casaideas, cada juguete cumple un rol según el enfoque que se le otorga. “Por un lado, hay un grupo de ciencia para los niños que buscan explorar. Asimismo, hay otra propuesta para los pequeños que prefieren estar al aire libre, como los juguetes para playa o campo, los cuales les permiten desarrollar habilidades motrices”, aclaró.
De la misma manera, Muñóz afirma que los juguetes de ingenio permiten despertar la curiosidad de los niños. “A través de ellos, pueden aprender a resolver acertijos y desarrollar sus habilidades de comprensión. Además, si es un juego de mesa o grupal, también le enseñará a aprender a perder y verlo como una oportunidad de aprendizaje”, enfatizó.
En esa línea, los juguetes también son un medio de expresión. Por ejemplo, el lado artístico se puede desarrollar con los sets de dibujo y pintura, así como el ámbito musical puede ser impulsado por los instrumentos musicales. “También, tenemos una selección llamada ‘Yo quiero ser’, en la cual los niños pueden disfrazarse de su futura profesión y, poco a poco, encontrar su vocación”, indicó Tamara.
Para lograrlo, es importante tener en cuenta que los juguetes se dividen principalmente en tres rangos de edad: de 1 a 2 años, de 3 a 5 años y de 5 en adelante, grupo en el cual se encuentra el niño que ya está aprendiendo a leer. “Saber leer y escribir marcará un hito en la vida del pequeño, pues ya será capaz de leer instrucciones, tener mayor paciencia en los juegos más complejos y generar nuevos intereses”, especificó la especialista en juguetería.
¿Cómo elegir un juguete que impulse el desarrollo de mi hijo?
El Mag. Lazo recalcó que el juego también funciona como un medio de socialización. “Es una de las herramientas más efectivas para que los pequeños aprendan lo importante que es compartir con otras personas y hacer trabajos en equipo”, estableció. Por ello, será escencial encontrar juguetes que permitan impulsar estas habilidades.
Asimismo, los padres pueden optar por presentaciones que motiven el desarrollo físico corporal de los niños, a través de actividades lúdicas que impliquen correr, saltar o bailar. Por otro lado, si desean aportar a su capacidad lingüística, lo mejor será buscar opciones que ejerciten sus habilidades comunicativas y la adquisición del vocabulario.
Para concluir, Tamara Muñóz hizo hincapié en la importancia de que los padres pierdan la vergüenza y se unan a sus hijos en el juego. “Los adultos deben recordar las cosas que les gustaban cuando eran jóvens y compartir con los suyos. Cabe mencionar que también los ayudará a mejorar su vínculo notoriamente”, finalizó.