A pesar de lo doloroso y estresante que pueden llegar a ser las vacunas para los niños y niñas, los efectos secundarios que provocan son generalmente leves, pasajeros y de mínima importancia si se compara con las diversas enfermedades que previenen. Además, cabe resaltar que el malestar de los pequeños suele estar relacionado a la enfermedad leve que recrea la vacuna para estimular al sistema inmune a que desarrolle anticuerpos contra la enfermedad. Estas defensas en el futuro protegerán al niño ante los virus o las bacterias que producen la infección.
En esa línea, el Ministerio de Salud (MINSA) indica que son 18 vacunas que protegen a los niños de 28 enfermedades como polio, influenza, sarampión, paperas, rubéola, varicela, entre otras. Por ello, como afirma la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), la vacunación a tiempo puede evitar entre 2 a 3 millones de muertes por año en todo el mundo.
“Cumplir con el esquema de vacunación, sobre todo, en los niños menores de cinco años es muy importante. Esto se debe a que, a través de las vacunas, se crean anticuerpos, que son las defensas y previenen muchas enfermedades. En cuanto a los efectos, suelen ser leves y pasajeros, como el dolor y enrojecimiento en la zona de aplicación, irritabilidad y alzas térmicas. Estos pueden durar entre 24 a 48 horas. Asimismo, dependerá de cada niño; algunos no presentan ninguno de estos efectos”, indica al respecto la Mag. Julissa Atencio, docente de la carrera de Enfermería del Instituto Carrión.
Recomendaciones para tranquilizar a nuestros niños después de una vacunación
Teniendo en cuenta ello, la especialista brinda una serie de recomendaciones para aliviar el malestar de los más pequeños del hogar luego de una vacunación:
- Hidratación: En niños menores de seis meses, la lactancia materna será lo ideal, puesto que ésta suele aliviar el dolor del pequeño, debido al contacto directo con la madre. Asimismo, la succión le dará tranquilidad. De hecho, aquellos bebés que se alimentan mediante leche materna no suelen presentar tantos síntomas tras haber sido vacunados. En el caso de niños y niñas, ofrézcale líquidos naturales con más frecuencia.
- Temperatura: Si tiene alza térmica, use medios físicos para disminuirla, como paños de agua temperada y evite abrigarlos mucho.
- Desinflamación: Coloque un paño mojado y moderadamente frío para reducir la hinchazón o dolor. Se puede colocar rodajas de papa en la zona de aplicación de la vacuna, para que actúen como desinflamante. Es preciso recalcar que no se debe tocar la zona donde se le aplicó la vacuna.
- Medicación: Si siente mucho dolor, podría tomar un analgésico, como el Paracetamol. En el caso que los efectos secundarios persistan o se agraven, es importante ir al establecimiento de salud más cercano llevando su tarjeta de vacunación para saber qué vacunas fueron aplicadas.
“Hay muchas vacunas que aún por más que no se hayan colocado en su debido tiempo se pueden aplicar. Lo mejor es acudir al establecimiento de salud más cercano para su nueva programación. Todas las vacunas son seguras, ya sean de los centros privados o del Estado, y tienen la misma efectividad”, precisa la especialista del Instituto Carrión.