Un nuevo bebé puede llegar con múltiples cambios en el comportamiento del hijo mayor
Un nuevo bebé puede llegar con múltiples cambios en el comportamiento del hijo mayor
Isabella Jugo Escate

El nacimiento de un nuevo bebé representa una montaña rusa de emociones para la familia, sobre todo para el hijo mayor, Por ende, es fundamental que los padres sean conscientes de los cambios en el comportamiento de su pequeño. Además, también se les recomienda adoptar ciertas actitudes para mejorar la situación.

Antonella Galli, psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, indicó que existen algunas actitudes comunes a las que el hijo mayor puede acudir después del nacimiento de su nuevo hermano. “Se puede observar cierto nivel de retroceso en su desarrollo socioemocional. Por ejemplo, si ya había aprendido a controlar sus impulsos y rabietas, es posible que retome estos comportamientos. Del mismo modo, le costará regular sus emociones, lo que lo llevará a contestar mal o retraerse”, estableció.

El duelo del hermano mayor

De acuerdo con la especialista, lo que sucede es que el niño deja de recibir la atención total de la madre, pues el bebé la va a requerir en mayor cantidad. Debido a ese cambio, el hijo pasa por un pequeño duelo, pues siente la pérdida del vínculo con su mamá.

“Es común que el niño pues le afecta emocionalmente. Si es un niño menor de 4 años, sobre todo, el cambio va a ser radical. Esto se debe a que es una edad en la que la madre aún está constantemente involucrada en sus actividades diarias”, resaltó Galli.

Por ello, la psicoterapeuta indica que es sumamente importante que los padres preparen previamente a sus hijos para el nacimiento del nuevo bebé. “Por ejemplo, si son niños entre 3 o 4 años, pueden narrarles un cuento sobre el nacimiento, contándoles la historia del nuevo amigo que está por llegar”, agregó.

La preparación mental es fundamental para que el niño no se sienta aislado
La preparación mental es fundamental para que el niño no se sienta aislado

Si el niño no es preparado correctamente, puede terminar sintiéndose aislado o inhibido. “Si los padres lo dejan de lado y no atienden sus necesidades físicas y emocionales, algunos podrían llegar a deprimirse, llorar constantemente, o enfatizó Antonella Galli.

Recomendaciones para mejorar la situación

Para revertir la situación, la psicóloga recomienda tres formas de involucrarse:

  • Definir un tiempo en la semana para pasar con el hijo mayor: Durante la siesta del nuevo bebé, pueden asignar a alguien para que lo vigile y aprovechar ese tiempo para realizar actividades con el niño más grande. Pueden hacer juegos en casa o dar una vuelta al parque.
  • Involucrar a otros familiares: Al involucrar a otros miembros de la familia, el niño se sentirá feliz con la creación de nuevos vínculos. Por ejemplo, pueden invitar a los abuelos a sus presentaciones o partidos de la escuela.
  • Validar sus emociones: Si el niño ya se encuentra en una edad apta para expresarse verbalmente, los padres deben darse un momento para poder charlar con él o ella. De esta forma,

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