Problemas más comunes en la adolescencia.
Problemas más comunes en la adolescencia.
Redacción EC

Atravesar la puede ser duro si no se tiene el apoyo necesario de la o amigos. Al ser una etapa llena de cambios, tanto físicos como mentales, un individuo requiere sentirse respaldado por un grupo ante las dudas o consultas que surgen para enfrentar la vida ante un futuro incierto.

Entre los 10 y 19 años, tiempo en que dura la adolescencia según la sucede un punto de quiebre en donde ciertos patrones psicológicos pueden ir en contradicción a las estrategias de crianza de los padres y madres.

Por tal motivo, muchos apoderados sienten que, en un abrir y cerrar de ojos, el niño al cual conocían y mimaban se ha convertido en un completo extraño tras llegar a la pubertad. En ese sentir, te presentamos una serie de conducta más frecuentes en adolescentes, a fin de qué sepas cómo actuar cuando llegue el momento de corregir o guiar a tu hijo.

Principales problemas de conducta que se producen en la adolescencia

Antes de llegar a la adultez, el ser humano tiene que pasar por una gran cantidad de cambios físicos, cognitivos y emocionales. Entendiendo que cada individuo es único e inigualable, la psicología ha estudiado tendencias generales respecto a los problemas de conducta más habituales que se dan en este período.

Imprudencia

Es común que los jóvenes se involucren en conductas imprudentes que ponen en riesgo su seguridad y la de quienes les rodean, casi siempre es en busca de obtener aprobación social de sus amigos o por generar competencia entre pares.

Los adolescentes llegan a participar en actividades peligrosas, como deportes extremos, peleas o consumo de drogas, debido a que carecen de la experiencia necesaria para evaluar adecuadamente los riesgos. Para abordar este comportamiento, las familias pueden proporcionar modelos a seguir positivos que promuevan el autocuidado y la prudencia, como personajes de ficción o influencers que transmitan buenos ejemplos.

Ira

Otro de los comportamientos que se suele ver en algunos adolescentes son los arranques de ira que no pueden controlar. Esto se debe a la falta de habilidades para manejar emociones y canalizar el enojo de manera constructiva.

La agresividad puede ser resultado de cambios fisiológicos, estrés escolar, insatisfacción con el cuerpo y dificultades para relacionarse con generaciones mayores. Para abordar este problema, los padres pueden enseñar a los adolescentes a expresar su descontento a través de discusiones constructivas, criticando acciones en lugar de personas, comunicándose efectivamente y reconociendo los avances en la gestión emocional.

Cero responsabilidades

Un adolescente busca no tener responsabilidades ya que siente miedo a fracasar o, de plano, no le importan las consecuencias de sus actos. Por tal motivo, es importante brindar apoyo y enseñarles nuevas tareas del hogar para fomentar su desarrollo. Sin embargo, lo más importante es mostrarles que asumir responsabilidades es parte del crecimiento psicológico y que esto se refleja en cómo los tratamos como jóvenes adultos, algo que la mayoría de los adolescentes valora.

Conductas erráticas

La conducta errática y poco coherente es común en la adolescencia, ya que los jóvenes están tratando de construir su propia identidad mientras lidian con la desorientación y la falta de referentes. Esto puede llevar a cambios repentinos en su comportamiento, lo cual puede confundir a las familias y generar conflictos. Para ayudarles, los padres deben ayudarles a explorar su identidad, expresando sus observaciones sobre su comportamiento, intereses y relaciones, evitando etiquetas. De esta manera, se fomenta un autoconcepto más completo y los adolescentes no sentirán la necesidad de cambiar constantemente para buscar aprobación o atención.

Contra los padres

Los adolescentes tienden a desafiar a las figuras de autoridad, lo que puede llevar a comportamientos contrarios a las normas de convivencia, absentismo escolar e incluso actividades delictivas. Este problema es complejo de abordar, y se recomienda que las familias busquen la ayuda de psicólogos especializados en terapia para jóvenes para prevenir consecuencias negativas en el desarrollo de sus hijos, como el fracaso escolar.

Aislamiento

En esta etapa de vida, los problemas de autoestima afectan en demasía el comportamiento de un adolescente. Independientemente de los motivos, el hecho de sentirse mal con uno mismo puede provocar que exista una tendencia a aislarse socialmente y encerrarse en sí mismos durante un largo período de tiempo.

Para abordar este problema, además de buscar la ayuda de un psicólogo, las familias pueden facilitar que los adolescentes conozcan a otros jóvenes con intereses similares, ampliando así su vida social más allá de la escuela.


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