¡La familia ha crecido! Después de mucho tiempo de espera e ilusión, por fin ha llegado el pequeño que llenará aún más de amor y felicidad tu hogar, pues ahora dejaron de ser solo dos y se convirtieron en tres. Esta nueva etapa abre un camino lleno de nuevas experiencias, pero también de grandes responsabilidades y sobre todo cambios en las rutina de pareja que hasta hace poco todavía podían sobrellevar.
Durante los primeras semanas la atención se centra únicamente en la del pequeño, quien necesita ser atendido y vigilado todo el día y a toda hora. Empiezan las madrugadas de desvelos para cambiar pañales, para dar de lactar o preparar biberones, los llantos repentinos del pequeño, las idas y vueltas al doctor, sumado al cansancio que deja el parto y el retorno al trabajo del padre, son algunos de los posibles desencadenantes para iniciar desencuentros y discusiones en la pareja.
Por ello, y aunque de cierto modo puede llegar a ser complicado, es necesario encontrar el balance entre las nuevas responsabilidades y la vida en pareja, ello ayudará que el vínculo siga siendo saludable y no caer en la monotonía.
No dejar de lado sus actividades favoritas
A pesar de que cuidar a un bebé supone una tarea retadora y sin horario, siempre habrán momentos en los que tome una siesta o duerma durante las noches. En esos pequeños espacios, aprovechen para realizar actividades que disfrutaban cuando eran solteros, como por ejemplo ver una película, empezar una serie, jugar algún juego de mesa o pedir algo rico para comer que disfruten ambos.
No se olviden de salir
Pasar las veinticuatro horas del día en casa y con la demanda del bebé puede resultar sofocante, sobre todo si antes del nacimiento tu pareja y tú disfrutaban de salir de casa y dar paseos. Una vez que las cosas estén más encaminadas, no dudes en organizar una pequeña salida solo de pareja, como ir al cine, salir a caminar, ir a manejar bicicleta, ir al teatro, entre otros planes que les gusten. No tengas miedo de dejar a tu pequeño con su abuelita o la cuidadora, ten por seguro que se encontrará a salvo.
La vida sexual es importante
Si bien es cierto, después de un parto como del parto por cesárea, la mujer debe esperar un determinado periodo de tiempo para volver a tener relaciones sexuales, con un poco de creatividad es posible mantener viva la pasión. Luego de superar el periodo de “abstinencia”, retomar la intimidad, en la frecuencia que sea posible, resultará beneficioso para la relación.