En Perú, el 95% de niñas y adolescentes atraviesan su periodo menstrual embargadas de miedo y vergüenza debido a los tabúes que se encuentran aún enquistados en los colegios, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), por encargo de UNICEF.
En pleno 2023, las alumnas mujeres aún no logran sentirse cómodas con su menstruación por distintos motivos. Entre ellos resaltan la falta de información sobre lo que ocurre con sus cuerpos, los comentarios que reciben por parte de sus compañeros de aula, e incluso de los mismos profesores, y la escasez de servicios higiénicos adecuados.
Estas razones son las que orillan a más de un tercio de niñas y adolescentes a preferir faltar a clases cuando les llega su periodo. “Muchas veces, esto se vuelve un tema de acoso hacia las mujeres solo por el hecho de estar menstruando”, expresó Palmira Camargo, vocera de Essity.
“Muchas de ellas prefieren no ir a la escuela cuando están menstruando porque no se sienten cómodas ni libres de hablar al respecto con otras personas que no sean su madre. Como están las cosas, no quieren exteriorizar con algún compañero o profesor lo que pasa”, continuó en un diálogo con Hogar&Familia.
¿Cómo promover un ambiente inclusivo en la escuela?
Según informes de UNICEF, se estima que, en algunos países en desarrollo, las niñas y adolescentes pueden perder hasta 20% del año escolar debido a la falta de acceso a instalaciones adecuadas para la gestión menstrual y el estigma asociado.
Ante esta situación, Camargo brindó una serie de pautas para lograr que la escuela se convierta en un espacio inclusivo, libre de estigmas y con mayor bienestar para más personas:
Acerca información a todos por igual
De acuerdo a lo expresado por la experta, uno de los principales errores es excluir a los alumnos varones de las charlas que hay sobre la menstruación. “Suele pasar que los profesores, cuando van a hablar sobre el periodo, les piden a los niños que se retiren del aula. Eso es un gran error, porque les hacen creer que es un tema que no les compete y los hacen caer en la ignorancia”, alertó.
Desmitificar la menstruación
Profesores y maestras deben estar informados al respecto para saber cómo expresarse correctamente y así el mensaje llegue tanto a niñas como a niños. “Sobre todo se debe aprender a cómo poder desmitificar la menstruación y hacerlo una conversación común de todos los días”, explicó.
Llamar a las cosas por su nombre
Es importante que tanto niños como niñas y adolescentes entiendan los conceptos básicos de la menstruación y cómo afecta a las personas que la experimentan. “Para no confundirlos o restarle importancia al tema, es necesario que también enseñemos a llamar a nuestros órganos por sus nombres, así como referirnos a la menstruación como tal”, precisó.
Servicios higiénicos dignos
Si los baños tienen problemas de limpieza, no cuentan con jabón ni papel o las puertas no tienen pestillo, se incrementará la incomodidad de las niñas y adolescentes. De acuerdo al Ministerio de Educación (Minedu), uno de cada dos colegios en Perú tiene problemas de acceso a agua o saneamiento. En las zonas rurales la cifra sube a tres de cada cinco colegios.
Acceso a productos menstruales
Garantizar que los productos menstruales estén fácilmente disponibles en los colegios, tanto para estudiantes como para personal. Esto ayuda a normalizar la menstruación y asegura que quienes la experimentan tengan acceso a los productos necesarios de manera discreta y sin vergüenza.
¿Cómo los padres de familia pueden ayudar a normalizar la menstruación?
Desde casa podemos colaborar para que este tema se normalice. Para ello, se debe tener conversaciones abiertas sobre la menstruación, pero no solo con mamá, sino también con papá, puesto que muchas veces son los padres quienes están perdidos al respecto y desconocen aspectos considerados básicos.
“Para que no solo las niñas, sino también los niños tengan claro que menstruar es tu acto natural del cuerpo del ser humano, tanto mamás como papás deben dialogar con sus hijos al respecto”, indicó Camargo.
Para finalizar, la experta comentó que lo mejor que pueden hacer ambos padres es informarse, informarse mucho, antes de tener una conversación con sus hijos. Ellos deben romper las barreras para que no solo su hija, sino todas las niñas y adolescentes dejen de sentirse incomodas ante los cambios y reacciones propias del cuerpo humano.