Hasta los 5 años, un niño en Perú debería recibir un promedio de 28 vacunas, de acuerdo al esquema regular de vacunación del Ministerio de Salud (Minsa). Gracias a ellas, se evita entre 2 a 3 millones de muertes por año en todo el mundo, según la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Sin embargo, un infante desconoce sus beneficios y asocia dolor cuando ve o le hablan de inyecciones. Por tal motivo, Hogar&Familia conversó con la enfermera Anika Remuzgo, quien cuenta con gran experiencia a la hora de inmunizar a niños y adolescentes.
“Cuando se habla sobre vacunación, surgen miedos naturales en los niños. Esto es normal, porque asocian el pinchazo de la inyección con el sufrimiento y es algo que ellos no quieren vivir”, dijo a este medio la también coordinadora de la Maestría de Ciencias en Enfermería de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener.
Ante el miedo y la incertidumbre que pueden llegar al sentir los más pequeños del hogar, Remuzgo dio una serie de consejos para que los padres de familia sepan cómo apoyar a su criatura antes, durante y después de cada vacuna.
Antes de la vacuna
Advertir y no mentir
Es importante que previo a la vacunación, se les informe a los niños que se les va a colocar una vacuna. Esto en busca de no sorprenderlos justo en el momento del procedimiento.
“Según su capacidad de entendimiento, es necesario que los padres les informen a los niños que van a recibir un pinchazo, se recomienda que sea con un día de anticipación. Sobre todo, no mentir si los pequeños les preguntan si la vacuna va a doler, en su lugar, decirles que puede doler pero que será soportable”, precisó la experta.
Explicarles sobre la vacuna
Los padres deben explicarles sobre el proceso y las razones de la inyección. Compartir esta información hace que ellos puedan entender la importancia de ser inoculados. “Los niños son capaces de comprender sobre la importancia de cada vacuna y cuán importante es para que ellos sigan creciendo sanos y fuertes”, comentó.
No minimizar su miedo
Todos los niños llegan a sentir temor frente al pinchazo de una vacuna, dijo desde su experiencia la doctora Anika. Por tal motivo, los padres no deben minimizar ni ridiculizar su comportamiento.
“Independientemente de su edad, los niños necesitan sentirse comprendidos, acompaños y, sobre todo, sentir seguridad de parte de los adultos, en especial de sus papás. Es bueno que los niños atraviesen esta experiencia con el soporte de los padres”, sostuvo.
Durante la vacuna
Transmitir confianza
Es importante transmitirles confianza cuando ya estén a punto de recibir la inyección. Es aconsejable que el padre o apoderado tenga comunicación con el personal de salud que lo inoculará para que el niño vea que no es una persona malvada que quiere hacerle daño.
“Cuando llegue, todos los adultos presentes deben darle tranquilidad para así evitar que se descontrole al momento de ver la aguja. Para ello, pueden empezar con el saludo, la recepción, una breve charla con el encargado de realizarle la vacuna, todas estas interacciones ayudan mucho a que el pequeño se vaya relajando”, señaló la especialista.
Padre sereno y calmado
El niño se va a sentir tranquilo si también ve que el padre o apoderado se encuentra sereno y calmado ante la situación. “Momentos previos al pinchazo, ayuda mucho que el padre colabore y no se muestre nervioso. Muchas veces son ellos los que están más preocupados que el niño, estos nervios se pueden llegar a trasmitir y solo terminan agravando la situación”, indicó.
Técnicas de distracción
El uso de las técnicas de distracción durante la aplicación de la vacuna sirve de mucha ayuda cuando el niño aún siente pavor por recibir el pinchazo. Este método va a depender de la edad, los gustos y el carácter de cada niño.
“Varía dependiendo el paciente. Algunos padres les hablan a sus hijos, les cuentas historias, para que no vean el pinchazo, otros les piden respirar profundo y contar hasta 10. También sirve que le pongan su música favorita, o que le muestren algún vídeo del interés del pequeño. Incluso le pueden llevar su juguete favorito para que se sienta acompañado”, expresó.
Hacerlos sentir un campeón
Minutos previos a ser inmunizado, las palabras de aliento van a reconfortar al niño. “Se le debe hacer sentir que van a superar un reto. Los padres le pueden decir ‘estoy orgulloso de ti, porque sé que vas a demostrar toda tu fortaleza ante la vacuna’ o ‘eres un campeón, puedes con todo’”, manifestó.
Después de la vacuna
Recompensa
Luego de recibir la vacuna, los padres deben abrazar y felicitar al pequeño por afrontar ese momento. “Las palabras de aliento sirven mucho, pero también lo pueden recompensar a través de un abrazo, un beso o un dulce. Este proceso le va a servir para que vaya perdiendo el miedo”, dijo Remuzgo.
Mostrar agradecimiento
Siempre es bueno que el padre le enseñe al hijo a ser agradecido. En esta ocasión en particular, dar las gracias y despedirse del personal de salud ayudará a que el niño sienta que no lo vacunaron por pura maldad. “Los pequeños miran, observan y aprenden. Si el padre se despide y agradece a quien le colocó la vacuna, el niño se dará cuenta de que no es su enemigo”, aseveró.