Por muchos años, tanto hombres como mujeres, hemos crecido con la idea de que toda madre debe ser perfecta y que debe tener una conducta indiscutible, sin errores ya que ella es el ejemplo que los hijos deben seguir.
De esta manera, las madres han caído en responsabilidades excesivas, tanto en el cuidado como en los quehaceres del hogar, provocando que muchas veces los hijos les reclamen por alguna acción que salía dentro de lo establecido. Además, algunas de ellas renunciaron a su trabajo o se alejaron de su círculo de amigas para enfocarse solo en la crianza del niño.
Pero, ¿cómo podemos eliminar la figura de la madre ideal? El club Malas Madres, un proyecto que propone romper con este estereotipo, brinda algunos consejos para aquellas mamás que se sienten con la obligación de cumplir con el ideal:
Reparte las labores domésticas
Durante los primeros años de vida, es normal que los padres se encarguen de las tareas domésticas en el hogar ya que el niño puede sufrir un accidente como quemarse al momento de cocinar, romper los platos o hacerse alguna herida con los cubiertos. Pero, cuando el niño o niña va creciendo, es importante que realice algunos quehaceres domésticos sencillos como poner la mesa, barrer o lavar los platos.
Recuerda que las tareas domésticas no son exclusivas de un género, tanto el niño como la niña deben aprender los quehaceres del hogar.
Deja al padre asumir su responsabilidad
Lo ideal es que en un hogar ambos padres puedan asumir las responsabilidades y la crianza de sus hijos. Sin embargo, existen situaciones en la que solo la madre se hace cargo del niño.
Si ese es tu caso, lo mejor es que converses con el papá de tus hijos para que puedan turnarse con los horarios de crianza. De esta manera, ambos pueden asumir sus responsabilidades de manera equitativa.
Ten en cuenta que la crianza no es exclusiva de la madre.
Piensa en ti
En algunos casos, desde que la mujer da a luz, solo se enfoca en la crianza del hijo pero se olvida que antes de tenerlo, ella tuvo una vida muy diferente.
Conforme vaya creciendo tu hijo y logre cierta independencia, es importante que empieces a enfocarte en las actividades que realizabas antes de tenerlo o, incluso, probar experiencias nuevas como salir con amigas, realizar un viaje corto o inscribirte en una clase de baile.