Un empresario ruso fue condenado en Moscú a ocho años y medio de cárcel por intentar asesinar a su esposa en cinco ocasiones. No quería compartir sus bienes materiales con su joven mujer al tener que enfrentar un divorcio.
Konstantin Monastiskii (47) contrató a un sicario que le pidió 19.488 dólares para llevar a cabo el cometido. Le anticipó un pago de 5.568 dólares, pero las cosas no salieron como las había planeado.
El criminal, que era alcohólico, se gastó el dinero adelantado en bebidas y denunció a Konstantin Monastiskii ante la policía.
Las autoridades solo tenían un testigo sin más pruebas y después de contactar con la esposa de Monastiskii, tuvieron la idea de recrear el asesinato y enviarle una foto a Monastiskii. Este, convencido de que lo había conseguido, no se opuso a pagar lo que le faltaba.
Al ser capturado, Konstantin Monastiskii relató que no fue la primera vez que quiso matar a su esposa, sino que era el quinto intento. No obstante, siempre se encontraba con estafadores que solo se llevaban su dinero.