Increíbles resultados se pueden obtener cuando una contorsionista y una artista juntan esfuerzos en un trabajo conjunto. Lowri Thomas y Emma Fay utilizan pinturas a base de agua para convertir a Lowri en una tarántula, una jirafa o un caballito de mar.
Los tres años que Emma ha pasado perfeccionando el arte conceptual del bodypainting y la pintura le permiten plasmar esas obras en cinco horas. Además Lowri se encarga de darle forma a los animales gracias a su experiencia como artista de circo, acróbata y tragafuegos.
Sin duda alguna una auténtica exhibición de talento la que despliegan ambas artistas.