En pleno Mundial de Fútbol Estados Unidos 1994, El Comercio se renovó. El 23 de junio sorprendió a sus lectores con el lema “Un solo gran diario para todo el país”. Aquel día el decano inició la entrega de una sola edición tanto para Lima como para provincias, el mismo diario que llegaría a la capital sería para los pueblos más lejanos del país. Adiós retrasos para los lectores, desde entonces tendrían mejor calidad, más información y una novedosa presentación.
Cabe recordar que en la década del 50 apareció la edición de Lima y provincias, tenían contenido y presentación similar. Sin embargo, muchas noticias quedaban pendientes, la cantidad de información no era la misma por la premura del tiempo, pues siempre la edición de provincias cerraba con muchas horas de anticipación. Para las 2 de la tarde todo el periódico tenía que estar listo rumbo a su destino.
Cuenta el historiador Héctor López Martínez que el traslado de los periódicos se hizo a través de la empresa de transporte Costandina, propiedad de El Comercio, sus buses y camionetas se encargaban de llevar los diarios al sur y norte chico de Lima. A los demás lugares llegaban vía aérea o tren, el historiador del El Comercio recuerda que a Huancayo la edición del día llegaba a las 5 de la tarde. Que el periódico llegue con varias horas de retraso, en el mejor de los casos, era habitual para los lectores del interior del país. Todo ello cambió el 19 de junio cuando se anunció la desaparición de la edición de provincias.
Una pequeña nota en la portada del diario detallaba lo que se vendría para los lectores del decano. La edición nacional se inició con el número 81,328 y tenía 5 cuerpos, excepto los días miércoles en que se agregaba uno más dedicado a la Construcción, Inmobiliaria y Decoración.
El cuerpo A aumentaba dos páginas más dedicadas a temas de opinión. El B aumentaba el número de noticias nacionales e internacionales. La novedad en el cuerpo C incluía la página de amenidades. El D estaba dedicado a los deportes, a la sección Metropolitana, hípica y avisos económicos. El cuadernillo E tocaba temas de economía y los domingos tenía una sección encargada a la defensa del consumidor.
Esta reestructuración fue parte de una serie de cambios que se vivió aquel año. Casi a finales de 1994 también se reubicaron diversas áreas de la empresa, por ejemplo, el Área de Producción del local central se mudó a la planta de Pando, sus ambientes desocupados sirvieron para ampliar el Área de Redacción y el suplemento Dominical. Bien dice su lema "un viejo diario con ideas nuevas".