La asistencia a bares y discotecas constituye una situación indesligable para el consumo de alcohol y drogas. Al menos así lo creen cuatro de cada diez personas mayores de 18 años que acuden a un centro de diversión nocturna, según la última encuesta de Cedro.
Pero el sondeo revela además la negligencia que existe entre jóvenes y adultos para conducir un automóvil bajo los efectos de estas sustancias. Pese a las diversas campañas, como El Amigo Elegido, para evitar choques y muertes, el 40% admitió haber manejado ebrio alguna vez en su vida, mientras que el 5% reconoció haber manejado luego de usar drogas como marihuana y cocaína.
El 19,1 % personas que acuden a estos locales ha consumido drogas y alcohol al mismo tiempo. “El alcohol casi siempre es la puerta de ingreso a otras drogas”, señala Milton Rojas, especialista de Cedro.
Para el psicólogo, esta problemática confirma que aún hay una tarea pendiente de índole preventiva. “Hay que involucrar a los colegios, familias y a los sectores políticos”, señala.
¿Cómo se eligen los lugares para visitar? Según la encuesta (realizada a 937 personas en 13 bulevares de Lima Metropolitana), el 64% lo hace a través de Internet y las redes sociales.
Sin embargo, lo que preocupa a los especialistas de Cedro es el bajo conocimiento de los usuarios sobre los riesgos de consumir drogas.
Solo el 11% de los encuestados cree que el consumo de éxtasis es peligroso, pese a que dicha sustancia puede ocasionar incluso cuadros de psicosis prolongados. En tanto, 4,1% considera al alcohol como una sustancia peligrosa.
Nueve de cada cien consumen marihuana en el centro de diversión, tres éxtasis, dos pasta básica y uno clorhidrato.
VISITAS AL MES
EL PERFIL DEL USUARIO
Según el estudio de Cedro, la mayoría de jóvenes de entre 18 y 35 años va a las discotecas con una frecuencia de 2 a 3 veces al mes, sobre todo viernes y sábados. La proporción de mujeres asistentes es similar a la de los varones. Los encuestados afirman que gastan de S/.51 a S/.300 en cada salida.