PIERINA PIGHI
La Dirección de Tránsito de la Policía entregó diplomas y placas conmemorativas a 40 agentes que ya son conocidos como ‘Los Incorruptibles’, por denunciar variados intentos de coimas.
El suboficial Marco Novoa fue el primero en aparecer como tal en los medios, el año pasado. Ingresó a la unidad de corrupción de funcionarios el 2012 y desde entonces ha reportado más de 160 intentos de soborno de conductores deshonestos del sur de Lima. Le han ofrecido almuerzos, celulares y coimas de hasta S/.200. Algunos, además de coimear, se hacen ‘los locos’.
Un transportista que manejaba con licencia falsa, le dijo "desconozco" la acusación y juró que su documento era legal. "Tienen respuestas para todo", dice el agente. Otros, lo tildan de "gracioso". Novoa prefiere adjetivos como estos -o peores- a uno que no ha oído en 24 años de servicio: corrupto.
Los conductores de La Victoria o El Agustino suelen insertar billetes de S/.20 –como mínimo– entre los documentos que la suboficial Susana Nunton les pide cuando los detiene. Ya han caído 25 en menos de dos meses. Los infractores ignoran que la agente los filma con un lapicero o con lentes de espía.
Cuando una comisaría los llama a declarar, solo les queda aceptar la falta. Ante la evidencia, algunos juegan a los inocentes: "No sabía que era delito", dicen sobre sobornar a los agentes. La primera vez, pueden salvarse y solo pagar una reparación civil. Pero si reinciden, reciben hasta cinco años de cárcel.
Al suboficial José Luis Cárdenas le da mucha cólera que intenten sobornarlo y ya ha denunciado a 95 infractores por ofrecerle desde US$10 dólares hasta S/.80. A su esposa y sus dos hijos, les alegra que lo premien y lo acompañaron durante la ceremonia. Al terminar aseguraron que admiraban sus valores.