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El 46% cree que el transporte público ha empeorado este año - 2
Miguel Neyra

El más reciente sondeo de El Comercio-Ipsos muestra el sentir de los limeños sobre las medidas que toma la Municipalidad de Lima para llevar a cabo la reforma del transporte público. Como se sabe, el caos en el transporte es el segundo problema que aqueja a los capitalinos después de la inseguridad ciudadana, tal como arrojó un estudio del 2014 de la ONG Lima Cómo Vamos. 

CIUDAD DIVIDIDA

La encuesta de El Comercio-Ipsos revela que la reforma del transporte no es conocida por todos en la ciudad. El 47% de los limeños afirma que no la conoce. Del grupo de los informados (50%), la mayor parte aprueba su ejecución, y esa aprobación mayoritaria se da en todos los niveles socioeconómicos.

Según el sondeo, los limeños relacionan con la reforma del transporte a los ex burgomaestres Susana Villarán (2011-2014) y Alberto Andrade (1996-2003) antes que al alcalde Castañeda Lossio.

Para David Sulmont, director del Instituto de Opinión Publica de la Pontificia Universidad Católica del Perú, esto se debe a que la actual autoridad edilicia nunca habló de una reforma del transporte público en sus gestiones anteriores y tampoco cuando era candidato al sillón municipal. “La marca de Castañeda es lo físico, incluso cuando hizo el Metropolitano no habló de orden del transporte, sino de infraestructura”, explicó el especialista a El Comercio. 

NO PERCIBEN MEJORAS

Pese a que la Municipalidad de Lima trabaja en la implementación progresiva de los cinco corredores complementarios y en los retiros de unidades y rutas de esos ejes viales –iniciados en el corredor Javier Prado–, el limeño es pesimista en cuanto a la reforma.

Un 24% de los encuestados cree que en el último año el transporte público se ha mantenido igual, y el 46% considera que ha empeorado.

Estas respuestas negativas (que representan el 70%) se han dado incluso tras el anuncio de la ampliación del Metropolitano desde Independencia hasta Carabayllo. 
“La percepción ciudadana es que no hay cambios, porque en concreto no los hay.

Además, hay que recordar el discurso del alcalde al inicio de su gestión cuando cuestionaba la reforma. Ahí la imagen que se dio era una, la de apoyo a la informalidad”, afirmó Lino de la Barrera, experto en temas de transporte público. Agregó que, si bien ahora el alcalde ha cambiado de posición, ya ha pasado casi un año de su gestión y eso lo está afectando.

A FAVOR DEL ‘BY-PASS’

La construcción del ‘by-pass’ de 28 de Julio, obra emblemática de la actual gestión municipal, también divide la opinión de la ciudad. Del total de entrevistados, el 47% afirma sí estar informado sobre la obra, mientras que un 51% no. Del primer grupo, la mayoría se muestra a favor de la edificación.

Esta obra es criticada por diferentes entidades, como la Universidad Nacional de Ingeniería y el Colegio de Arquitectos del Perú, que indican que no mejorará la fluidez del tránsito. 

El Comercio reveló en octubre pasado que dos grifos fueron retirados de la zona sin el debido proceso. Esto puso en riesgo a transeúntes y vecinos. Asimismo, pesa sobre el ‘by-pass’ otra denuncia periodística por sobrecostos en los trabajos.

Para Sulmont, el apoyo a esta obra responde a la cultura política de los limeños. “La gente ve a un alcalde como un maestro de obras y no como un gobernante con un plan de desarrollo para la ciudad. La discusión sobre si las obras son buenas o malas es abstracta. La gente aprecia resultados y cosas físicas”, aseveró.

AUTORIDAD ÚNICA

La encuesta también revela una alta demanda por la creación de una autoridad única del transporte para Lima y Callao. Para Alfonso Flórez Mazzini, de la Fundación Transitemos, esto se debe a que los usuarios son los primeros afectados por los problemas entre ambas localidades.

“El usuario fue el que más sufrió en la protesta de octubre de transportistas del Callao, que están en contra de la reforma. Se percibe que con una autoridad única se terminarán todas estas idas y venidas”, dijo.

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