BETTY SOTO FERNÁNDEZ (@bm_soto)
"Es mentira que el suicida jamás de aviso de su decisión. Tanto así que el 66% de las personas que lo cometen se lo dicen a sus familiares o al menos lo intentan. Sin embargo, la mayoría no capta el mensaje o no lo quiere entender", refiere el psicólogo Freddy Vásques Gómez, jefe de Prevención de suicidios del Instituto Mental Honorio Delgado Noguchi.
Para Vásquez, desterrar este pensamiento es vital para ayudar a las personas con ideas y tentativas de suicidio. "Cuando se toma la decisión hay un breve momento en el que la persona o se suicida o se salva. En ese pequeño espacio puede aparecer alguien o algo que le de esperanzas de seguir vivo", explica.
No obstante, muchos familiares tratan el suicidio como un tema tabú o vergonzo y tratan de "tapar el hecho aunque esté a la vista". Según las estadísticas, por cada suicidio hay 30 tentativas.
En el 2013, se registraron 334 casos en el Perú, cuyo grupo más vulnerable son personas entre 18 y 33 años, la mayoría con historiales de depresión. Pero esta no es la única enfermedad a tomar en cuenta. El especialista afirma que conductas como el abuso de internet, el juego patológico, la anorexia y bulimia o el bullying están cobrando cada día más suicidios.
Otro factor importante en la causa del suicidio y muy poco hablado es la genética. "Hay gente que nace con esa potencialidad, ya sea porque sus padres tienen el gen. A veces la predisposición es tan fuerte que no necesitan caer en una fuerte depresión para hacerlo. ¿Cuál es la solución en esos casos? "Un ambiente familiar sólido, con el justo respeto y cariño para evitar que estas conductas se desarrollen", explica Vásquez.
El impacto en la familia
"Un suicidio al interior de la familia es un impacto muy fuerte", refiere el especialista. No solo se sufre la ausencia del familiar perdido sino la forma traumática en que falleció. Superar esta carga emocional es un paso difícil que requiere la ayuda de profesionales o es susceptible de volverse algo muy fuerte no solo al interior de una persona, sino de una familia completa.
"Es vital hablar del suicidio, algo aún más difícil por la vergüenza que sienten las personas al decirlo. Pero hay que hacerlo o esa presión lo pone mal a uno", dice Vásquez.
En el Perú, el año pasado se registraron 334 casos de suicidio, de los cuales la mayoría fue cometido por personas de entre 18 y 33 años, el grupo más vulnerable en cuanto a suicidios. No obstante, el suicidio infantil y adolescente también ha aumentado no solo a causa de familias disfuncionales o historiales de suicidio, sino también porque la vida de los jóvenes están tan expuesta como las de un adulto.
En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, Vásquez Gómez, recuerda que en cualquier caso de suicidio el núcleo es el entorno de la persona. "Uno no nace suicida, la sociedad te vuelve suicida", puntualizó.