La última encuesta de El Comercio, elaborada por Ipsos, da luces sobre la opinión de los limeños con respecto al uso de los parques.
El 47% cree que estos deben ser aprovechados por las personas de todo el país. Este porcentaje se incrementa en el nivel socioeconómico A (67%). Por otro lado, un 21% considera que estos espacios públicos solo deben ser accesibles para los vecinos de cada distrito. Un menor porcentaje (17%) precisa que los parques deben ser usados solo por los vecinos que viven cerca de ellos.
Asimismo, el 68% de capitalinos considera que no se debería consumir alimentos en los parques públicos. Esta opinión se ve compartida por todos los niveles socioeconómicos de Lima.
Un 31% opina lo contrario. Además, una tercera parte de limeños cree que los visitantes no deben sentarse ni echarse en el césped.
Lo que sí defiende la mayoría de limeños es practicar deporte en los parques (63%), aunque este difiere por nivel socioeconómico. En el nivel A, el 80% apoya esta práctica, mientras que solo lo hace el 48% del nivel E.
La necesidad del control de las actividades en los parques parece ser un pedido mayoritario de los limeños. Un caso emblemático de ello en meses recientes ha sido el de El Olivar, en San Isidro. Un grupo de vecinos manifestó su malestar por diversas actividades –como hacer deporte, comer o tener sesiones fotográficas– realizadas en El Olivar. Asimismo, algunos vecinos del distrito se opusieron a la instalación de juegos infantiles en el parque Roosevelt, ubicado a una cuadra de Miguel Dasso.
El alcalde del distrito, Manuel Velarde, en una entrevista con El Comercio, declaró que lo que busca su gestión es humanizar los parques y que estos beneficien a las personas.
Antecedentes
En diciembre, un periódico vecinal llamado “El Sanisidrino” publicó un artículo titulado “Convierten El Olivar en parque zonal”. En la nota, se recogen las declaraciones de una representante de juntas vecinales, Zoraida Paz, quien acusa al alcalde Manuel Velarde de permitir actividades no propicias en el bosque de olivos, algunos de ellos con una antigüedad cercana a los 500 años. Paz señaló que Velarde, por el ánimo de convertir a San Isidro en un distrito libre de discriminación, no ejerce los controles debidos en el parque, lo que afecta la calidad de vida de los vecinos.
“El Olivar no es un parque, es un bosque declarado Patrimonio Monumental. Si bien es un espacio público, lo es hasta cierto punto porque no ocupa ningún terreno del Gobierno”, subraya Paz.
El ex alcalde de San Isidro Gastón Barúa indica que los parques deben ser abiertos para todos, siempre y cuando se respeten las reglas para preservar el espacio. “Si el alcalde [Manuel Velarde] dice que los parques deben estar abiertos para la comunidad, debería sacarle las rejas a los otros [parques]”, dijo Barúa. Afirmó que los peruanos no estamos preparados culturalmente para respetar nuestra naturaleza, ni la biodiversidad porque no hay una política de Estado para mantener el equilibrio de los ecosistemas.
Espacios públicos
El observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos define el término “espacio público” a aquellos lugares de uso y dominio público, sin que medien restricciones de circulación o acceso de ningún tipo. Explica que los espacios públicos de Lima no solo son los parques y plazas; también son los caminos, veredas y calles que se entrecruzan en la ciudad.