En mayo de 2018, cuando la joven Eyvi Ágreda resistía a las quemaduras que le provocó en el 60% de su cuerpo Carlos Javier Hualpa, el hombre que luego fue sentenciado a 35 años de prisión por su feminicidio, los médicos aplicaron en ella injertos de piel creada en laboratorio.
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Esta técnica del cultivo de tejido epidérmico se realiza en el Banco de Tejidos del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) en el distrito de San Borja. Se trata del único centro operativo actualmente en Sudamérica que se dedica a este procedimiento.
En ese momento, los especialistas del INSN tomaron partes de piel sana de Eyvi para hacerlas crecer y luego injertarlas en las zonas afectadas por el fuego.
Para atender los casos más críticos de niños que sufren quemaduras, ya sea por accidentes o ataques, el INSN-San Borja puso en funcionamiento en el 2017 el Banco de Tejidos.
“Nosotros cultivamos la piel de los pacientes que sufrieron quemaduras en más del 60% de su cuerpo. Se retira una muestra, generalmente de zonas como las ingles o el cuero cabelludo, que crecerá hasta cubrir todas las zonas que requiera el paciente”, explicó Zulema Tomas, directora general del INSN-San Borja en un informe publicado por El Comercio.
Según explico en ese momento, la muestra de 2x2 centímetros pasa por un proceso de 21 días en el cual se cultivan las células que desarrollan los colágenos, queratinocitos y fibroblastos de la piel. Después de ello recibe radiación para esterilizarla. Un pedazo de piel puede crecer hasta 5 mil veces su tamaño.
Antes de injertar la nueva piel, el paciente debe cicatrizar las zonas heridas. Para ello, los médicos le colocan por unos 10 días piel de cerdo, que funciona como un apósito biológico.
“Luego de retirar la piel dañada, se utiliza esta técnica para evitar infecciones y, además, así se alista al paciente para el injerto de su piel que, al tener las mismas células, no es rechazada por su cuerpo”, explicó la doctora Renee Herrera, jefa del Banco de Tejidos del INSN-San Borja.
La especialista precisa que si bien la piel de cerdo ayuda al proceso de cicatrización, lo ideal sería colocar dermis humana. Sin embargo, al igual que sucede con otros órganos, en el Perú existe un déficit en donación de piel.
“En las donaciones se retira únicamente 6 milímetros de piel para varios pacientes. Por ejemplo, una persona adulta que mida 1,70 m podría ayudar hasta a 10 pacientes con el 80% de quemaduras en su cuerpo, dependiendo de sus tamaños”, dijo Herrera.
Por ahora, la mayor parte de las donaciones proviene de instituciones que realizan operaciones estéticas.
Tras la tragedia en Villa El Salvador que dejó hasta el momento 14 personas fallecidas y 48 heridos quienes presentan quemaduras de segundo y tercer grado, se hace necesario realizar una invocación a la ciudadanía para identificar a posibles donantes. En países de la región con alta tasa de donación de piel como Brasil, la piel proviene de pacientes a quienes se les diagnosticó la muerte cerebral y previamente aceptaron donar sus órganos y es retirada principalmente de piernas, brazos y espalda.
Según la información más actualizada del Ministerio de Salud más del 50% de heridos de Villa El Salvador tienen más del 50% de sus cuerpos con quemaduras y sus estados son críticos.