El lunes 14 de octubre amaneció con la noticia de la liberación de Melisa González Gagliuffi, quien tres días antes había atropellado y causado la muerte de dos jóvenes en la avenida Javier Prado Oeste. Ese día, Luis Mori Villegas, estudiante de la carrera de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), realizó una convocatoria para contrastar mediante la ciencia la versión de la conductora sobre su responsabilidad en el siniestro.
El resultado de esa iniciativa es el informe “Método experimental para determinar la velocidad media de vehículo en Av. Javier Prado” que concluye de manera contundente que la camioneta Kia Sportage que manejaba González Gagliuffi tenía una velocidad media del último tramo de 83.90 km/h, muy por encima de los 60km/h permitidos en la vía. El hallazgo coincide con el informe de la Policía Nacional del Perú sobre la excesiva velocidad del vehículo, aunque la conductora insista en que no incumplió ninguna norma cuando arrolló a Cristian Buitrón Aguirre, Joseph Huashuayo y Luis Vega Palacios, quien resultó herido, pero sobrevivió.
“Me motivó la gran indignación que sentimos los compañeros de esta casa de estudios al ver que se estaba cometiendo una injusticia con su liberación. Quería demostrar de manera experimental que las declaraciones que estaba dando la conductora no eran ciertas y hacer entender al público que la comunidad de estudiantes no nos íbamos a quedar callados”, explica Mori Villegas a El Comercio.
A la indignación se sumó la certeza de que cualquiera pudo haber estado caminando en la cuadra 9 de la avenida Javier Prado Oeste la mañana que ocurrió el atropello.
“No estamos libres de que nos suceda un accidente así. Una de las frases que me motivó a seguir adelante es ‘Hoy por Joseph y mañana por alguno de nosotros’”, agregó.
—El informe—
A través de un grupo de Facebook que reúne a estudiantes de la UNI, Luis consiguió el apoyo de tres jóvenes egresados de la universidad: Diego Miranda Sandoval, Adolfo Lazo Hospinal y Alhi S. Araujo. Los dos primeros de la facultad de Ingeniería Civil —quienes conocieron a Joseph— y el tercero, de Arquitectura.
El martes 15, los cuatro llegaron al lugar del siniestro con una cinta métrica de 30 metros de longitud, una cámara celular, una tiza, una calculadora científica y una hoja de datos. Los videos de las cámaras de seguridad que fueron difundidos por los canales de televisión contribuyeron a identificar los puntos importantes para la medición. El proceso les tomó al menos dos horas. Luego, con 10 minutos de cálculo rápido, ya sabían que al momento del derrape la camioneta iba a más de 80 km/h. Sin embargo, el informe final con la precisión exacta fue terminado ayer.
Según explica Luis, a la primera persona a la que envió el documento final fue a Lisseth Huashuayo, hermana de Joseph, a quien conoció en la vigilia realizada en la UNI la semana pasada. Si bien no se trata de un informe oficial, espera que este aporte ayude a sustentar la defensa legal de los deudos del siniestro.
“Parte de las cosas que suceden a diario pueden ser explicadas con métodos legales o analistas, pero también es importante la parte experimental y científica. Ambas deben ir de la mano”, enfatiza Luis Mori.
Previamente, la División de Prevención de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional determinó el martes último que la conductora había excedido la velocidad límite de 60 km/h y que la principal razón del accidente no fue que la hubiera cerrado otro vehículo. El informe final, difundido por el programa “Cuarto poder”, señaló que la velocidad con la que se desplazaba la camioneta no era razonable. “No valoró apropiadamente las condiciones existentes del entorno de la vía, centrando su atención en el problema con el otro vehículo”, dice el informe.
—“Pude haber sido yo”—
Diego Miranda Sandoval conoció a Joseph Huashuayo en el año 2009, cuando ambos ingresaron a la carrera de Ingeniería Civil. Lo recuerda como alguien que destacó en la facultad en todos los aspectos, no solo en el ámbito académico. “Fue una persona genial, muy reconocido. Tocaba en una banda de rock y dirigió a grupos estudiantiles”, recuerda.
El día del atropello, Diego pasó por la escena del siniestro. De hecho, todos los días lo hace porque trabaja a solo dos cuadras de ahí.
“Yo pedí permiso esos días para llegar un poco tarde. Cuando llegué a mi oficina vi su nombre y fue algo que no podía creer. Hasta pude haber sido yo si ese día iba temprano”, contó a este Diario.
La comunidad universitaria UNI, por su parte, ha exigido a las autoridades correspondientes una profunda investigación y un castigo ejemplar por “esta tragedia que truncó la vida del joven de 28 años, quien preparaba su tesis para obtener el título profesional de ingeniero civil”. A través de un comunicado, la autoridad universitaría también instó a la Policía, Fiscalía y al Poder Judicial actuar con prontitud y transparencia; y advirtió se mantendrá atenta a los resultados de las investigaciones para pronunciarse en el momento que sea necesario.
—Prisión preventiva—
Ayer, El Segundo Juzgado de Tránsito de la Corte Superior de Lima dictó anoche cuatro meses de prisión preventiva para Melisa González Gagliuffi.
La conductora es acusada de ser la presunta autora de los delitos de homicidio culposo en agravio de Christian Buitrón y Joseph Huashayo, así como de lesiones culposas agravadas contra Vilma Gamarra y Luis Vega. Según la decisión de la sala, tanto la fiscalía como la defensa de Gonzáles pudieron llegar a un acuerdo para que la imputada se acoja a la terminación anticipada; sin embargo, la defensa no aceptó la medida.