Adulto mayor: todos están invitados a la fiesta de Miraflores
Redacción EC

Sábado chico, jolgorio grande. El ritual siempre es el mismo: fiesta, aplausos, canto, baile, música, alegría, vejez llena de juventud. Cada noche de viernes, el anfiteatro Chabuca Granda del aumenta su temperatura. El sudor del vals jaranero se mezcla con el frenesí de la cumbia añeja. La pasión y la cadencia del bolero compiten con el garbo de la marinera y la energía del huaino. 

El tono se arma desde la primera canción que interpreta el coro municipal del distrito, integrado principalmente por adultos mayores. El público, caserito y eventual, nacional y extranjero, y que casi siempre también es de la tercera edad, se contagia instintivamente del ritmo, y con palmas, caprichosos movimientos de pies y radicales quiebres de cintura, demuestra que la vida es un carnaval y que las penas se van cantando... y bailando.

[embed:1080855]

Ritmo y alegría totales. Todos los viernes por la noche el anfiteatro Chabuca Granda se convierte en un verdadero fiestón. (Foto: Christian Ugarte / El Comercio)

La cita nunca cambia. Los primeros acordes de guitarra y pruebas de voz se dan desde las 8 p.m. Todos saben que media hora después empezará la fiesta, que durará una hora, a lo natural, sin cumpleaños ni aniversarios de por medio.

Cada viernes, la tribuna circular del anfiteatro se llena en menos de cinco minutos. Diversión gratis y a la vena. Pero el público es respetuoso y siempre reserva una décima parte de las graderías para el coro, dirigido por . El área central, ya lo saben, está para en ella, al son del cajón, dar rienda suelta a la energía contenida.

El Coro Municipal de Miraflores está integrado por 24 damas y caballeros de entre 50 y 70 años. En el grupo hay profesionales, empleados, amas de casa y cantantes aficionados y experimentados. Pero el común denominador es la voz agradable al oído y el cultivo del acervo musical peruano y latinoamericano.

En coro o como solistas, los artistas encienden a la gente, la transportan a épocas doradas, la vuelven galante y coqueta. La revitalizan, incluso cuando la melodía no invita a bailar y más bien sí a seguirla desde el asiento con las manos en alto y meneando de un lado a otro el tronco. Como cuando un corista se lanza el ruedo y canta sin miedo “No soy de aquí ni soy de allá”, de Facundo Cabral.

[embed:1080856]

Los integrantes del Coro Municipal de Miraflores tienen mucho talento y lo demuestran en grupo o intervenciones de solistas. (Foto: Christian Ugarte / El Comercio)  

LOS OJOS Y LOS PIES NO MIENTEN 
El maestro Chertman coge el micro y presenta a cada uno de sus artistas. Se le nota orgulloso. Pero más cuando los mira cantar en los aclamados y muy solicitados solos. Algunos están cerca de su edad, 75 años, pero los siente como sus hijos artísticos. Son su creación.

“Para mí, dirigir el coro es todo. Es una de las experiencias más lindas de mi vida. Ya llevo comandando el coro 27 años y rindo un homenaje a todos los integrantes, quienes donan su tiempo para alegrar al resto. Ellos no ganan dinero con el coro. Lo hacen por el gusto de cantar”, describe el maestro arequipeño, pianista y catedrático universitario de música.

En tanto, Carmen Rosa Souza Gallardo no se pierde un viernes de fiesta en el parque. Tiene 74 años y una energía desbordante para el baile. No le corre a ritmo alguno en ese espacio mágico de alegría que data de la primera mitad de los 90, cuando Alberto Andrade era alcalde de Miraflores. Ella es una de las caseritas y más entusiastas del tono. “Para mí, venir al anfiteatro Chabuca Granda es la vida. Creo que ya bailaba desde el vientre de mi madre. Con la alegría que nos da el coro a los adultos mayores nos olvidamos de los problemas”, indica Carmen Rosa.

[embed:1080854]

Carmen Rosa Souza Gallardo, de 74 años, es asidua concurrente a las fiestas de los viernes. Baila todos los ritmos. Acá en una marinera. (Foto: Christian Ugarte / El Comercio)

“La fiesta que se arma los viernes busca que, con felicidad, nuestros adultos mayores mejoren su calidad de vida”, dice Carlos Contreras, gerente de Desarrollo Humano de la comuna miraflorina. Pero lo cierto es que también llegan personas de otros distritos, como Carmen Rosa, quien es de Pueblo Libre, sin contar a los turistas extranjeros.

Ya lo sabe, si quiere vivir esta experiencia, vaya esta noche al anfiteatro Chabuca Granda. La algarabía está garantizada.

MÁS DATOS

DIVERSIÓN GRATUITA
“Cantamos con cariño, y sabemos que muchos de los que vienen no pueden pagar un show. Acá se divierten gratis”, dice Norma Vargas, quien lleva 15 años en el coro. 

DEVOLVAMOS LA MANO 
La Municipalidad de Miraflores ofrece talleres a adultos mayores en tres locales, como parte de su programa Devolvamos la Mano. Informes en el teléfono 617-7151.

ENSAYOS Y AUDICIONES
Quienes deseen integrar el coro pueden ir a los ensayos de los martes (4:30 p.m.) en calle Castilla 640, la Aurora.

Contenido sugerido

Contenido GEC