Un alcalde como tú, por Sandra Belaunde
Un alcalde como tú, por Sandra Belaunde
Sandra Belaunde

La aprobación del alcalde Luis Castañeda tuvo un repunte significativo en junio y julio, después de una tendencia a la baja desde que asumió el cargo. Esta alza dice tanto del alcalde como de nosotros, la población limeña. Castañeda es práctico, ejecutivo y prioriza el corto plazo; los ciudadanos, lamentablemente también lo hacemos.

El alcalde sabe que con obras visibles tiene a gran parte de la población contenta. Uno pensaría que las obras de infraestructura significan una visión de largo plazo porque “las molestias pasan y las obras quedan”, pero si estas obras no son concebidas como parte de una estrategia integral, sí terminan siendo respuestas de corto plazo.

Obras anunciadas como el puente Bella Unión, el túnel Santa Rosa y los tres ‘by-pass’ en la Av. 28 de Julio impactan directamente en la aprobación de los sectores socioeconómicos que más lo apoyan, como el C y el D, con 67% y 70% de aprobación, respectivamente. De igual manera, la entrega del informe del Instituto Metropolitano de Planificación (órgano que pertenece a la municipalidad), que propone una solución ante el conflicto limítrofe entre San Isidro y Magdalena, impacta positivamente al sector A.

A ello se suma el pedido de Castañeda al Congreso para que este legalice el uso de armas no letales por parte de los serenos, lo cual es saludado por el 69% de la población. La creciente inseguridad ciudadana es el principal problema de todos los que vivimos en la ciudad. 

No es que estas obras y acciones estén mal en sí mismas, de hecho no lo están. Pero se necesita ver cada una de ellas en contexto y como parte de un todo. 

Para incluir  la reconstrucción del puente Bella Unión –que ya contaba con código SNIP e iba a ser financiada por la municipalidad– dentro del proyecto vial de inversión privada Línea Amarilla se van a dejar de construir dos viaductos en la Vía de Evitamiento.

Para la construcción de los ‘by-pass’ de 28 de Julio se están utilizando los fondos que estaban ya asignados, en un fideicomiso, al proyecto de recuperación del río Rímac, Río Verde.

Buscar resolver por fin el conflicto limítrofe que tiene más de 30 años y que llegó hasta una pelea absurda y vergonzosa entre serenos de San Isidro y Magdalena es positivo y merece destacarse, pero en ese aspecto queda mucho por hacer. Hay más de 30 disputas limítrofes por resolver que necesitan de la misma proactividad de la municipalidad.

Aprobar el uso de armas no letales –que en realidad son solo menos letales– no es tan simple. Se necesita analizar el impacto de la medida, análisis no presentado hasta el momento por la comuna limeña. Como por ejemplo, qué tipo de responsabilidad van a tener serenos y autoridades municipales por el uso (y abuso) de estas armas.

Es cierto que hay cosas que Lima necesita para hoy e incluso para ayer, y el alcalde sabe identificar varias de ellas. Pero no perdamos de vista que también hay cosas que necesitamos para mañana, como un transporte integrado, una visión estratégica y coordinada de la seguridad ciudadana y un desarrollo urbano ordenado, entre otras.

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