Vendedores de tazas, lápiceros, rayadores de verduras, frutas, antenas de TV y hasta cremas milagrosas que borrarían las cicatrices o eliminarían los hongos se venden a toda hora en las veredas de la Av. Abancay, en el Cercado. La vía, como denuncia El Comercio desde el 2011, parece haber sido ganada nuevamente por los informales golondrinos, que solo en el Cercado - y según cálculos de la propia comuna a este año- superarían los 4.000.
La imagen que acompaña esta nota fue tomada esta mañana, poco después de las 10 a.m., a una cuadra del C.C. El Hueco, cerca del Parque Universitario. Como se ve, es tal la proliferación de informales que los peatones no tienen espacio suficiente para esperar por un bus de transporte público, ni siquiera en los lugares señalizados para ese fin por la municipalidad.
Los fiscalizadores de tránsito, que vigilan que los conductores respeten dichos paraderos, tampoco pueden hacer mucho para reordenar las veredas, pues esa labor compete a los serenos y a los trabajadores de la Gerencia de Fiscalización.
Recientemente, esta última ha realizado intervenciones en las calles de Mesa Redonda y Barrios Altos. No obstante, todavía no incursiona en otros puntos críticos, como Abancay, la Av. Tacna o el Jirón de la Unión durante las noches.