Un grupo de delincuentes estaba participando en una entrega de armamento de guerra ilegal cuando tuvieron que escapar a balazos. La policía se había percatado de la ilegal operación y llegó a la zona conocida como Cementerio de la Rinconada en San Juan de Miraflores para detenerlos.
El grupo de hampones logró escapar tras abrir fuego contra los agentes de la comisaría del distrito. En su huida, dejaron atrás un costal con un fusil de guerra Zastava, dos caserinas llenas de balas para un fusil AKM y dos granadas de guerra tipo piña.
"Los policías se dirigieron al lugar y al aproximarse fueron avistados por delincuentes que escaparon realizando disparos (...) Las caserinas para un fusil AKM (no incautado) nos hacen pensar que había más armas", señaló un policía de la comisaría, quien detalló que todo habría sido comprado en el mercado negro para abastecer a extorsionadores.
